¿Sabías que Drazen Petrovic llegó a anotar 112 puntos en un partido de la liga yugoslava?
Así es. Los 100 puntos de Wilt Chamberlain se tienen como la mayor gesta anotadora de un jugador profesional de baloncesto. A uno, los 99 de Radivoj Korac son el récord en la Copa de Europa (no en competición continental europea). Algo más lejos quedan los 81 de Kobe Bryant frente a los Raptors.
Más desconocido es el hecho de que Drazen Petrovic fue capaz de hacer 112 puntos en 1985, al comienzo de su segunda temporada con la Cibona de Zagreb.
El 5 de octubre de 1985, la Cibona de Zagreb se enfrentaba al Smelt Olimpija Ljubljana, en el primer partido de la temporada 85/86 de la primera división yugoslava. Todavía quedaba lejos la fragmentación del país y eslovenos y croatas aún formaban parte de la misma federación.
El Olimpia de Lubiana había sido sancionado y en ese partido estaba obligado a jugar únicamente con jugadores juveniles. Y eso, con Petrovic enfrente, era toda una invitación a la masacre. Y el genio de Sibenik no la dejó pasar: con 40 canastas de 60 intentos, incluidos 10 triples de 20 lanzados y otros 22 tiros libres sin fallo, Petrovic se fue hasta los 112 puntos y el encuentro acabó con un marcador de 158-77 a favor de los de Zagreb.
El hecho de que los eslovenos no pudieran alinear a ni uno solo de los jugadores del primer equipo y tuvieran que jugar con juveniles hizo que la hazaña de Petrovic se considerara más una bravata que un récord y, por ello, no tuvo excesiva trascendencia. Trascendencia que sí tuvieron, por ejemplo, los 62 de la final de la Recopa de 1989. Obviamente, no es lo mismo jugar contra juveniles que contra un equipo con Óscar Schmidt Becerra y Nando Gentile, pero los 112 puntos ilustran a la perfección tanto la capacidad anotadora de Drazen como su hambre por destrozar rivales, en ocasiones excesiva.
No le duraría mucho tiempo a Drazen el ser el jugador yugoslavo con más puntos en un partido y ese mismo año su marca sería batida con creces. Pero de eso ya hablaremos en otra ocasión…