29 de marzo de 1990. Los Rockets de Houston, que no están en su mejor momento de los últimos años, reciben a los Bucks de Milwaukee.
Los Rockets estaban liderados por uno de los mejores pívots de la historia del baloncesto, el nigeriano Hakeem Olajuwon, que afrontaba su quinta temporada en la NBA. Número 1 del draft del 84, tal vez el mejor de la historia de la liga (Olajuwon, Jordan, Barkley, Stockton, Alvin Robertson…), había cambiado la historia de los Rockets desde su llegada, pasando estos de ser un equipo perdedor a haber disputado las Finales de la NBA en 1986.
Sin embargo, en esa temporada de 1989/90, el equipo luchaba en las últimas plazas de acceso a los playoffs, con una marca antes del partido de 34 victorias y 36 derrotas.
Aquella noche, los Bucks visitaban el Houston Summit cómodamente instalados en plazas de playoffs, con un récord de 37 victorias y 33 derrotas. Los Rockets necesitaban desesperadamente la victoria, la temporada estaba terminando, y el riesgo de quedar fuera de playoffs era real.
Los Rockets alinearon de inicio a Sleepy Floyd, Mitchell Wiggins(*), Otis Thorpe, Buck Johnson y Hakeem Olajuwon. Por los Bucks, los titulares eran: Alvin Robertson, Jay Humphries, Fred Roberts, Greg Anderson y Larry Krystkowiak.
Desde el primer momento los Rockets pondrían tierra de por medio, con un 21-37 al final del primer cuarto, hasta terminar llevándose una victoria vital para ellos por 94-120.
El partido habría sido uno más de los disputados en temporada regular de no ser por la descomunal actuación del pívot de los Rockets: Hakeem Olajuwon terminaría aquel partido con 18 puntos, 16 rebotes, 10 asistencias y 11 tapones, conseguidos en 40 minutos de juego.
Era la tercera vez que un jugador de baloncesto lograba un cuádruple-doble (antes solo Nate Thurmond y Alvin Robertson lo habían conseguido y después solo David Robinson lo ha vuelto a repetir) y, lo que es más asombroso, se producía solo 3 semanas después de otro sensacional partido del nigeriano: el 3 de marzo de ese mismo año, también en el Summit y ante los Warriors, Olajuwon había firmado 29 puntos, 18 rebotes, 9 asistencias y 11 tapones, quedándose a solo una asistencia del cuádruple-doble.
Al final de la temporada, los Rockets lograrían entrar en playoffs con una marca de 41-41 pero caerían en primera ronda de playoffs en solo cuatro partidos ante los Lakers. Olajuwon acabaría la temporada con 14 rebotes y 4,6 tapones de media por partido, liderando la liga en ambos apartados y siendo junto a Kareem Abdul Jabbar y Bill Walton los únicos tres jugadores en la historia de la NBA en lograr esta marca.
A continuación ofrecemos un resumen de unos 9 minutos de duración del cuádruple-doble de Olajuwon. Siéntense y disfruten de los movimientos de uno de los mejores y más finos pívots de la historia del baloncesto.
(*) Mitchell Wiggins es el padre de Andrew Wiggins, número 1 del draft de 2014, actualmente jugador de los Timberwolves.
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