¿Xavi Pascual el mejor entrenador?

La ACB presentó ayer, una vez más con no poca clandestinidad, los playoffs de la Liga Endesa 2016 y de paso en la misma ceremonia entregó los premios a jugadores y entrenadores con que cada año se cierra la fase regular. En la mayoría de los casos, estos premios no ofrecen demasiadas dudas, excepto en el del Mejor Entrenador de la Temporada que ha recaído con no poca sorpresa en Xavi Pascual.

El premio fue anunciado la tarde del domingo, una vez concluida la última jornada de liga y fue recibido a partes iguales con sorpresa y rechifla en las redes sociales. Sorpresa y rechifla a las que se unieron la indignación de buena parte de los aficionados especialmente los de UCAM Murcia, Montakit Fuenlabrada o Valencia Basket que entendían que el premio era absolutamente injusto y que los entrenadores de sus respectivos equipos lo merecían con mucho más motivo.

Y es cierto. El FC Barcelona ha terminado primero la fase regular de la competición, pero empatado a victorias con el Real Madrid y con solo una de ventaja respecto al Valencia. Durante gran parte de la temporada ha permanecido a la sombra de los valencianos y solo a última hora ha logrado arrebatar a estos la primera plaza, plaza que incluso ha peligrado tras el gran final de campaña de los de Pablo Laso. El Barcelona no ha practicado un juego espectacular (cosa nada extraña desde que Pascual dirige el equipo), ha pasado por fases de cierta irregularidad tanto en resultados como en juego, ha sido el equipo que menos puntos ha concedido al rival y el tercero que más ha anotado. Con la plantilla con la que cuenta, no ha hecho nada especial como para destacar sobre el resto.

Parece que otros entrenadores como Pedro Martínez, que ha armado un fantástico equipo en Valencia, Velimir Perasovic, que ha sacado al Laboral Kutxa de la mediocridad de las últimas campañas para convertirlo en un equipo brillante en Euroliga, aunque algo más irregular en la competición doméstica, y sobretodo Fotis Katsikaris que ha metido por primera vez al UCAM Murcia en playoffs (tras encadenar 5 victorias consecutivas en el último mes, algo que solo ha hecho el Real Madrid de Laso) y Jota Cuspinera, debutante con el Fuenlabrada y que, con uno de los presupuestos más bajos de la competición ha llevado al equipo a disputar la Copa del Rey y meterse en playoffs, han hecho mucho más méritos que Pascual para obtener el galardón, pero este ha ido al entrenador del Barcelona.

Y es que el premio tiene truco. Lo otorga la Asociación Española de Entrenadores de Baloncesto, AEEB, pero no lo hace por votación entre sus asociados, sino que se rige por un sistema estadístico que computa las victorias de los equipos, las diferencias de puntos por las que se consiguen, en qué puesto estaba cada equipo en cada partido, etc, etc y asigna unos puntos por ello. Puntos que a final de temporada se suman y dan el ganador  del premio…

…que siempre es el entrenador del equipo que acaba primero la fase regular. Y es que con este sistema no puede ser de otra manera. Si se dan puntos por victorias, a la fuerza el que más gane más puntos tendrá. Si luego estos puntos se corrigen con los basketaverages y con los resultados entre cada equipo, entonces en caso de empate como este año, el basketaverage particular decidirá el premio. Y así, el famoso 3+1 de Doellman con el que el Barça retuvo el average particular con el Madrid del que se quejaba Laso el domingo por el que el Madrid se había quedado sin ocupar el primer puesto de la liga le ha costado también al entrenador vitoriano obtener el premio al mejor entrenador. Premio que habría sido igual de injusto pero que habría ido a para a sus manos si aquella canasta de Doellman no entra.

Pero gracias al sistema elegido por la AEEB para quedar bien con sus asociados, se ha premiado no al mejor entrenador del año, sino una jugada entre los miles y miles de jugadas repartidas entre los 306 partidos jugados en la temporada regular. Mientras tanto, a Jota Cuspinera, Fotis Katsikaris, Pedro Martínez y Velimir Perasovic les queda la satisfacción del trabajo bien hecho. Si el año que viene consiguen acabar la temporada en primera posición, además se llevarán un premio.

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