
¿Sabías que Phil Jackson, jugador de los Knicks en 1973, reconoció en 1986 que durante las Finales del 73 jugaron con balones deshinchados para compensar su inferioridad física respecto a los Lakers, el otro finalista?
En efecto. El propio Phil Jackson, ala-pívot de los Knicks en 1973, contó la historia en 1986; historia que ha vuelto a salir a la luz recientemente tras el escándalo de las semifinales de la NFL de este año en las que los Patriots emplearon balones inflados muy por debajo de la presión reglamentaria.
La historia es la siguiente: los Knicks fueron campeones de la NBA en 1970, con un equipo basado en el juego colectivo y una defensa férrea. Frente a los Lakers de Chamberlain, West y Baylor, se basaron en un gran trabajo defensivo para vencer una final que será recordada por la aparición antes del último partido de un Willis Reed lesionado que solo aguantó en pista unos pocos minutos, suficientes para minar la moral de los Lakers y disparar la de su equipo. Por entonces, Phil Jackson era jugador de los Knicks, pero se perdió la temporada completa debido a una operación en la columna vertebral.
En 1972 se volvieron a ver las caras en la final los dos equipos, imponiéndose los Lakers por un claro 4-1 tras perder el primer partido de la serie en Los Ángeles. Los Lakers eran claros favoritos, tras haber completado una fase regular espectacular, con 69 victorias, incluyendo 33 seguidas e hicieron valer su superioridad en las finales.
Un año después se repetía el cartel, de nuevo con los Lakers como claros favoritos. En los Knicks, su gran estrella Willis Reed, empezaba a sufrir problemas físicos que le impedían rendir a su nivel de otras temporadas. Además, los pívots de los Lakers eran más altos que los de los Knicks y era un equipo al que le gustaba correr bastante más que a los neoyorquinos. ¿Qué hacer? La solución, según Phil Jackson fue esta:
“Lo que hicimos fue desinflar los balones. Estábamos faltos de centímetros, con nuestros hombres altos, como Willis, nuestro pívot, de solo 6-8 [2,06] y Jerry Lucas también 6-8. DeBusschere, 6-6 [1,98]. Así que en lo que teníamos que confiar era en cerrarnos alrededor del aro y confiar en que el rebote no saliera largo.
Para asegurarnos de ello, lo que hicimos fue sacar algo de aire de los balones. ¿Ves? en los balones dice algo así como «inflar entre 7 y 9 libras». Cogimos agujas y sacamos aire para deshinchar los balones.
También ayudó a nuestro juego de ataque, porque éramos un equipo al que le gustaba pasar el balón sin botarlo, así que importaba poco cuánto aire tuviera dentro. Además impedía que los otros equipos pudieran correr, porque al botar, el balón no rebotaba tan rápido.»
Los Knicks perdieron el primer partido de la final en Los Ángeles, pero como hicieran los Lakers un año antes, se repusieron ganando los cuatro partidos siguientes para llevarse el anillo con un claro 4-1. Willis Reed fue nombrado MVP de las finales. Los balones deshinchados al parecer cumplieron su función, aunque es evidente que no se puede valorar cuánta influencia tuvieron en el título, o si realmente fueron un factor en el juego o no.
Eso sí: tras el escándalo de la NFL, Phil Jackson se apresuró a matizar sus palabras de 1986, asegurando que dejaban los balones en 7 libras (7 psi en realidad, 0,48 bares), justo el límite inferior reglamentario.
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