¿Sabías que la NCAA prohibió los mates durante cerca de 10 temporadas y eso, entre otros efectos beneficiosos, llevó a Kareem Abdul Jabbar a desarrollar su famoso sky hook?
Así es. Esta es una historia bastante conocida, pero no tanto sus detalles, incluyendo la creencia errónea de que la prohibición fue expresamente debida al estilo de juego de Jabbar o, por entonces aún Lew Alcindor.
Antes del comienzo de la temporada 1967/68, la NCAA decidió prohibir los mates tanto en las rondas de calentamiento como durante los partidos. La norma estuvo en vigor hasta la 76/77 en que se levantó la prohibición. La temporada anterior, un joven Lew Alcindor en su primera temporada con los Bruins de la UCLA había dominado a placer bajo los tableros, amparado en su exuberancia física que lo convertía en imparable. Tanto era así, que prácticamente solo tenía que preocuparse en recibir el balón bajo el aro y ya el mate era inevitable.
Los Bruins ganarían el título ese año y antes de comenzar la siguiente temporada se prohibieron los mates. El comité encargado de las normas de la NCAA dio dos razones para tomar esta medida:
- La primera y principal era que durante la temporada 66/67 se habían producido hasta 1500 lesiones bajo los aros. Impidiendo a los jugadores machacar el aro se intentaba limitar el riesgo de lesiones al reducirse el esfuerzo físico.
- La segunda era que los aros no eran basculantes, sino fijos y eso provocaba roturas de tableros que en esa época llevaban a la suspensión de los partidos al no ser fácilmente reemplazables.
Estas eran las razones oficiales, pero muchos y Lew Alcindor el primero, pensaron que todo era para evitar que siguiera dominando el juego como lo hacía. Esto parece claro, pero John Wooden, su entrenador en UCLA, contó lo que ocurrió de otra manera:
Lewis pensaba así, pero yo no. Una persona del comité me contó que el nombre de Lewis salió durante la discusión, pero él no fue el motivo. A pesar de eso, Lewis pensaba que era por él. Yo hablé con él y le dije: «Da lo mismo si es por ti o no, te va a convertir en un mejor jugador.»
En realidad, Alcindor no fue el único culpable. Los miembros del comité habían asistido al partido de semifinales entre los Cougars de Houston y los Bruins y habían visto cómo, tras la rueda de calentamiento de los Cougars en que los jugadores se habían dedicado poco menos que a hacer un concurso de mates, un operario había tenido que coger una escalera y subirse a enderezar el aro antes de empezar el partido.
Sea como fuera, las palabras de Wooden se cumplieron: Lew Alcindor necesitaba hacer algo más que darse la vuelta para encestar y entonces empezó a mejorar su juego de pies y después a perfeccionar ese tiro en gancho… Y nació el sky hook. El lanzamiento más difícil de parar de la historia del baloncesto y del que Alcindor se convirtió en un maestro. 38.387 puntos anotados en la NBA, 6 anillos de campeón, 6 MVPs de la temporada, 2 MVPs de la Finales, 19 veces All-Star…
Lo que parecía una traba se convirtió en una ventaja y no solo Alcindor se acabaría beneficiando de la prohibición. Otro jugador que poco después también fue entrenado por Wooden sería otra gran estrella de la NBA. Se trata de Bill Walton y él tampoco pudo hacer un mate durante su etapa universitaria. Pero eso, por supuesto, también le obligó a desarrollar un juego de pies que de otra manera jamás habría tenido.
Uno de los miedos de la NCAA al establecer la norma era que los marcadores empezaran a bajar, al reducirse el acierto de los jugadores de cara al aro, pero lejos de ello, los marcadores medios se incrementaron ligeramente durante las siguientes temporadas.
¿Y la UCLA? Pues el equipo que tenía al pívot más dominante de la competición y que en teoría debía pagar mayor peaje ganó consecutivamente los campeonatos de 1967 (un año antes de la entrada en vigor de la norma), 1968, 1969, 1970, 1971, 1972 y 1973, volviendo a repetir en 1975. De las nueve temporadas que estuvo en vigor la prohibición, los Bruins ganaron en siete de ellas. Su entrenador, John Wooden, siempre fue un ardiente defensor de esta norma. Para él, cuyo cometido era formar jugadores, la obsesión por machacar el aro se acababa volviendo contra los jugadores, que no desarrollaban otras habilidades, especialmente el juego en el poste bajo. Y viendo la carrera posterior de Kareem Abdul-Jabbar, parece que razón no le faltaba…