Falta de vergüenza torera en el CB Valladolid

Imaginé que podría titular la crónica del mes de febrero con algo como positivo desde Pucela… Que ganas!!  Pero no hay manera.

Deportivamente el comienzo del mes nos devolvió la alegría a los aficionados. Una alegría que hizo que olvidáramos que somos colistas, los mil y un problemas con los que comenzamos la temporada, el continuo cambio de jugadores, las amenazas de fuga, la dificultad para pagar las nóminas, el intento de hipotecar el polideportivo Pisuerga, etc…

En el primer partido del mes de febrero se volvió a perder, pero esta ocasión al menos resultó divertido para los aficionados que nos acercamos hasta el Pisuerga. Aunque en todo momento éramos conscientes de que íbamos a ser aplastados por el gigante madridista,  obligamos al Madrid a hacer un esfuerzo para ganarnos  que en principio y por la proximidad de la Copa no venían dispuestos a hacer. El Madrid de este año es mucho Madrid. Su eficacia de tiro exterior, su potencial bajo los tableros, el buen hacer de todos los jugadores, su perfecta comunión con el entrenador hace a día de hoy impensable vencerle y mucho menos con equipos de la talla del nuestro enfrente. Fuimos capaces de resistir al intratable líder durante 27 minutos y lo hicimos en el terreno donde los blancos se manejan como nadie, a canasta limpia, con acierto y arrojo. El Valladolid jugó como en pocas ocasiones en esta temporada. Vimos a un Casas valiente en su planteamiento. Resultaba divertido a los ojos de los aficionados que incrédulos aplaudíamos los triples y el acierto de los nuestros. El mérito local fue aguantar el ritmo anotador del Madrid, que llevaba 71 puntos (101 de valoración) en el minuto 27. Pero el equipo de Casas no pudo más. El Madrid tenía un colchón de nueve puntos (70-79) para encarar el último cuarto. El equipo de Laso, sin Carroll ni Mirotic, hizo huelga en defensa pero ganó con su formidable ataque e intensidad. (83-105), logrando 147 de valoración , con 27 de un siempre efectivo Felipe Reyes.

Y vuelta a la cruda realidad. Humillante derrota en la segunda jornada que marca el devenir de nuestro equipo. Mal en ataque y peor en defensa ante el Estu. No tuvimos ninguna opción. Volvieron a triplicarnos en valoración, no alcanzando nosotros ni siquiera los 50. La “demencia”, presente en las gradas de Pisuerga, pidió que salieran nuestros chavales ante la ineptitud de los que se creen ser jugadores de nivel profesional, jugadores que deberían empezar por implicarse en algo que se llama equipo y dejar de pisotear nuestro escudo como lo están haciendo, y que sólo merecen el silencio y la indiferencia de los más de 5300 espectadores que llenaron el pabellón para presenciar tan patético espectáculo.    

Capítulo aparte merece todo lo acontecido después de la derrota, que recojo ampliamente en mi artículo publicado en la web bajo el título de “Nada parece lo que es en el CB Valladolid”

Derrota aparte y para terminar el mes en Vitoria, una buena noticia. Se ha incorporado al equipo Pepe Pozas. Base malagueño procedente del filial de Unicaja. Llegó y debutó demostrando muy buenas maneras, aportando una intensidad y calidad que para sonrojo de sus compañeros le convirtieron en el mejor jugador del equipo con tan sólo una sesión de entrenamiento. Lo que dice todo de los “profesionales que vienen manchando –que no sudando- nuestra camiseta a lo largo de este año”.

En cuanto al partido de esta última jornada nada que no se sepa. Ante el Laboral Kutxa batalla desigual, saltamos a la cancha con la única duda de cuál sería la diferencia en nuestra contra. Triste. Esta vez no fuimos apalizados pero en ningún momento nuestro equipo dio la sensación de poder dar la campanada. Somos el perfecto sparring para que los equipos de ACB a los que nos enfrentamos puedan dar minutos a sus jugadores menos habituales. Patético.

… Y llega marzo. Empezaremos el mes en Badalona. Un equipo que navega en puestos cómodos en la clasificación y en el que han sabido mezclar veteranía con juventud de la casa. No deberían tener problemas de última hora y si aspirar a meterse entre los ocho primeros. ¿Seremos capaces de dar la sorpresa? Ni soñarlo, como he titulado este mes a este CB Valladolid le falta vergüenza torera; pundonor, arrestos y valentía para demostrar de una vez por todas a la afición y a quienes apostaron por ellos que merecen estar disputando la ACB.

¡Aúpa Pucela. Siempre morado y amarillo!