
Si el día 1 de este diario con mi primera experiencia copera me resultó espectacular, para definir este día, el ¡¡¡¡DÍA!!!!, no tengo palabras. Pero voy a intentarlo.
Vitoria, Viernes 8 de febrero del año 2013 (quédense con esa fecha).Me desperté en la habitación con mi compañera del Bilbao, desayuno largo y contundente, unas cuantas horas enganchadas al ordenador/móvil “trabajando” (lo de las comillas es porque lo hago gratis, si me pagaran sería la leche ya) y alimentando nuestro pique Granca-Bilbao en las redes sociales. Muchos nervios e ilusión durante todo el día, dolor de barriga que iba en aumento conforme se acercaba la hora de ir al pabellón. Camino al Buesa, en coche, con mi camisa y bufanda del Granca y mucho abrigo empieza a nevar.
Una vez en la entrada vi algunos aficionados amarillos sonriendo (“está nevando, está nevando”. Estamos poco acostumbrados a la nieve y cierta ilusión nos hace, para asombro de peninsulares). Ya en mi asiento en la grada amarilla, tercer anillo, tocó ver un Valencia – Estu pésimo, del que me quedo con el bocata que me comí al descanso y el buen rollito entre las aficiones del Estu(-diantes), Baskonia y Granca. Llegaba casi el momento, los jugadores del Granca hacían una aparición abajo en la grada para ver acabar el partido y nuestra afición, la mejor, con disfraces varios incluidos, se hizo notar.
Entre un partido y otro llegaron mis amigos del @CBLaConki, con el entusiasmo de toda la marea amarilla nos quedamos calentando el ambiente en el pasillo, entre el segundo y tercer anillo del pabellón, para estar más cerca, hasta que nos mandaron a nuestras butacas. Comienza el partido. El Granca empezó muy fuerte, llegamos al descanso 4 arriba, con mucha incertidumbre (algunos silencios y abrazos) y sensación de que igual estábamos yendo de más a menos, pero con la confianza del “este año sí”. En la reanudación el equipo volvió a salir con muchas ganas y poco a poco entre todos, siguiendo con buenos pases, muchos rebotes y como no, Xavi Rey (¡¡¡MVP, MVP!!!!) iban desapareciendo las pequeñas dudas.
Entre el tercer y el último cuarto, momentazo entre las tres aficiones que nombre antes (todos juntos primero: ESTU-DIANTES, luego, BASKOOOONIA y al final, PÍO-PÍO). A 8 minutos del final con un triple de Scheyer nos pusimos a 11, lo vi claro, y de repente se me nubló todo, la tensión acumulada me salió literalmente por los ojos, Ñolo y Pollo, a mi lado, me decían “no llores mujer, que todavía falta”. Siguieron los minutos de un Granca muy grande, y de nuevo Scheyer, un 2+1 que hizo que la marea amarilla supiera que la victoria por fin era nuestra. Triple de Bellas, capitán, que coronó la victoria deseada con ansia durante tantos años por esta afición enorme, que sin duda alguna hace que el Granca siempre juegue en casa, el mejor sexto jugador que un club podría fichar. Muchas lágrimas, abrazos fuertes y la alegría de ver a este equipazo hacer historia.
Aunque esto que escribo hoy pueda parecer empalagoso, quiero decir que para mí venir por primera vez a una Copa del Rey y poder ver esto es algo muy muy grande. Pero ver cómo mis amigos de La Conki (que han acompañado al Granca, con esta ya, seis veces) lloraron ayer, es sentir una emoción especial que no tiene precio. Los sacrificios individuales, el dinero y el tiempo invertidos por ellos durante todos estos años se ven recompensados con esta victoria. Y una frase que lo resume casi todo: “Ya me puedo morir tranquilo”.
Después, más alegría, el equipo vuelve a salir a la cancha para agradecer a la afición el apoyo, y nos vamos hasta donde sale la guagua. Despedimos al Bilbao Basket (lo siento, Izaskun). Y luego sale el Granca, todos queremos saludarlos y darles las gracias. Pedro Martínez es de los más jaleados. Grande nuestro entrenador, que merece mucho esta victoria. Todos contentos. Hoy sábado, por primera vez en la historia del CB Gran Canaria, tenemos un partido de semifinales de la Copa del Rey. Gracias por este regalo. Vamos Granca!!!!
Y ya por pedir… qué grande sería que sonara esto en el Buesa Arena:
P.D.: De la marcha en Vitoria y el agua que bebí después no cuento nada, no procede. Muchas gracias a todos por los whatsapps, llamadas, tweets y publicaciones en Facebook. La crónica del partidazo, mi “jefe” y compañero de esta casa Juanpe, me la perdonó, gracias por hacerme más fácil la celebración. Esto es una locura.
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