Termina el primer mes del año con un Unicaja que ha solventando con facilidad varios encuentros que a priori, y viendo el nivel irregular ofrecido dos meses atrás, se antojaban difíciles. Un mes donde también se ha visto que, aún ofreciendo un gran nivel de juego, se encuentra uno o dos peldaños por debajo de los llamados equipos “grandes”. Empañada la valoración por los tres últimos encuentros, precisamente, ante tres equipos importantes, el balance del mes de enero para el equipo malagueño podría calificarse como muy positivo, con un registro de 3 victorias frente a 1 derrota en Liga Endesa y, algo más negativo, con 2 victorias frente a 3 derrotas en el Top 16 de la Euroliga.
Dejando al margen la derrota ante el Laboral Kutxa en Euroliga, y la victoria ante La Bruixa d´Or, que ya comenté en el resumen anterior, nos encontramos con la muy importante victoria de Euroliga ante el Anadolu Efes, precisamente en tierras turcas. En encuentro marcado por el desacierto de los dos equipos y por el apagón en los dos últimos cuartos que viene sufriendo el equipo malagueño en varios partidos, el buen acierto de Dragic, la solvencia exterior de Stimac, y acciones puntuales de Calloway y Fran Vázquez, supieron contrarrestar el acierto en el tiro de Birkan Batuk y Hopson, para terminar logrando una importante victoria por 72-74.
Siguiente partido de los malagueños, esta vez en casa y de Liga Endesa y ante uno de los equipos más débiles de la competición, el CB Valladolid, en un encuentro donde los malagueños consiguieron su 2º triunfo más amplio a la vez que su 2º marca anotadora más alta de su historia. Si de algo sirvió el encuentro, además de para dar una alegría a la afición malagueña, fue además para demostrar las amplias diferencias que hay en la Liga Endesa, no ya entre los dos equipos grandes de la competición, sino entre los tres o cuatro siguientes con relación a los cuatro o cinco últimos. Así, el Unicaja abusó de un C.B. Valladolid que en ningún momento le plantó cara. El marcador al final del primer cuarto, 33-11, deja muy claro como fue el resto del partido, con Plaza haciendo jugar a todos sus jugadores, y con un resultado final de 112-58 de escándalo.
La buena senda iniciada por los malagueños a primeros de mes seguía manteniéndose en su siguiente cita, de Euroliga y en casa, ante el Fenerbahçe Ülker, a priori uno de los favoritos de la competición pero cuyo rendimiento en esta fase de la competición ha dejado mucho de desear.
Intentando imponer un ritmo alto de juego ante un equipo donde su entrenador, Obradovic, intentaba justo lo contrario, el encuentro fue por momentos muy igualado, con un Kleiza al que los jugadores del equipo malagueño no conseguían parar, y un Dragic, muy entonado en ataque y que además dirigía la defensa de su equipo. Así, un parcial de 10-0 en el último cuarto, propiciado por puntos o acciones ofensivas con protagonismo del esloveno, propiciaron un marcador de 89-75, ante una afición que no se creía lo que había visto en el último cuarto, en un partido marcado por la emoción ya que durante el descanso se rindió un emotivo homenaje a Michael Ansley y a parte del equipo que disputó su primera Copa de Europa en la temporada 95/96.
El siguiente encuentro para los malagueños era ante el Herbalife Gran Canaria, un encuentro donde el equipo verde se jugaba asegurar ser cabeza de serie en la Copa del Rey. Siguiendo la buena tónica mostrada en partidos atrás, en un encuentro marcado por las rotaciones y la intensidad tanto en ataque como en defensa, los malagueños dominaron los dos primeros cuartos para verses atascados durante el tercero. Así, y aún que los malagueños llegaron a tener una ventaja de 14 puntos durante el segundo cuarto, durante el tercero apareció el temido apagón que lleva sufriendo el equipo a lo largo de la temporada, permitiendo que al inicio del último cuarto los canarios se pusieran por delante en el marcador, 48-50. Un parcial de los malagueños de 16-2 en tan solo cinco minutos, permitió que el Unicaja se asegurara un triunfo que estuvo a punto de perder.
Si hasta el momento el mes había sido muy positivo para los malagueños, los tres siguientes encuentros sirvieron para empañar el balance logrado hasta el momento. Derrotas ante el FC Barcelona, Real Madrid y Olympiacos, las cuales eran incluso asumibles viendo el potencial de los tres equipos pero donde al equipo malagueño se le debería haber exigido otra imagen, sobre todo viendo la ofrecida en los dos últimos encuentros.
Ante el equipo catalán, en un encuentro dominado por un asunto extra deportivo, la dimisión de Sandro Rosell, el equipo malagueño demostró que le tiene en parte tomada la medida en los últimos tiempos al equipo catalán, llegando incluso a ponerse por delante en varias fases del encuentro, aunque sin poder escaparse en el marcador, ya que siempre aparecía algún jugador del equipo catalán para recortar la desventaja en el marcador. Los tira y afloja en el marcador terminaron en el tercer cuarto cuando emergió Navarro, convirtiéndose en el principal estilete del equipo catalán para llevarse la victoria, por 83-79, con los malagueños intentando llevarse el partido en los dos últimos minutos pero con los catalanes sabiendo parar el equipo cajista.
El compromiso siguiente para los malagueños era esta vez ante el Real Madrid, un encuentro jugado en tierras madrileñas, de Liga Endesa, y donde los malagueños nunca tuvieron posibilidad de victoria. Sergio Llull, con un magnífico 6 de 6 en triples, y con una defensa madrileña que maniató a los malagueños, fueron un escollo demasiado grande para el equipo cajista. Si ante el FC Barcelona los malagueños tuvieron alguna posibilidad de victoria, ante el líder de la Liga no hubo ninguna oportunidad de victoria. Completaba con este partido el Real Madrid una primera vuelta histórica, donde ningún equipo de la competición le había podido ganar.
Terminaba el mes de enero para los malagueños con la derrota ante el Olympiakos griego en tierras helenas; aún con un planteamiento sólido en su juego por parte de los cajistas, y con un equipo griego que salió desconectado desde el inicio, parecía que Unicaja tenía alguna posibilidad de victoria. No fue así, apareció el famoso apagón cajista que se produce en los últimos cuartos, esta vez en el último, donde un parcial de 16-4 en contra propició la victoria helena.
No empieza, a tenor de los resultados, mal el año para los malagueños; aunque los últimos tres encuentros se han saldado con derrota, si es cierto que se han producido ante equipos teóricamente grandes. Se presenta febrero como un mes muy interesante, tratando de dar mejor imagen en el TOP-16, con un calendario de partidos en Liga Endesa mucho más asumible que el de enero y, sobre todo, con la ilusión de disputar la Copa del Rey en Málaga, todo un aliciente para un equipo que no dio una buena imagen en temporadas anteriores en las que la competición se disputó en la capital de la Costa del Sol.
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