La irregularidad es la palabra que mejor define la trayectoria del conjunto azulgrana este mes de Noviembre. El equipo de Xavi Pascual ha bajado del pedestal que lo habían encumbrado en anteriores temporadas y aunque aún lejos de convertirse en un equipo mediocre, sí se ha convertido en un equipo más terrenal, con sus fortalezas y debilidades; un equipo vulnerable a cualquiera.
El Noviembre vuelve a dejar un sabor agridulce en los paladares culés. El equipo se le ve falto de ideas en ataque y con desconexiones evidentes en defensa, el Barça ha ganado muchos partidos con dificultad y el transcurrir de las semanas no cambia ese sentir.
Las individualidades de una plantilla muchas veces superior en calidad y cantidad a la rival inclinan la balanza, pero ni eso ha logrado salvarlo de sonrojantes derrotas como la sucedida en Euroliga frente al Nanterre, donde solo pudo anotar 7 puntos en el último cuarto o el descalabro acontecido en Fontes Do Sar frente al Río Natura Monbus perdiendo de más de 15 puntos.
En partidos atascados, donde los jugadores individualmente están fallones, el antídoto desde el banquillo no llega, y si lo hace, el efecto no dura lo suficiente. La gestión de recursos que hace Xavi Pascual no me parece la más adecuada, convirtiendo los minutos de los jugadores y sus rotaciones en impredecibles. El único jugador que se encuentra ajeno a todo esto es Ante Tomic, cuyo rendimiento esta siendo espectacular.
El conjunto de Xavi Pascual se ha convertido en un equipo impredecible que muestra aptitudes diametralmente distintas de un partido a otro, e incluso en un mismo encuentro. El Barça juega con miedo, y muchos de estos miedos empiezan en la subida del balón. La dirección de juego cuando Marcelinho se encuentra en el banquillo se vuelve errática con Jacob Pullen o predecible con Víctor Sada. Las individualidades de Juan Carlos Navarro se convierten en necesarias para poder sacar los partidos adelante. Jugadores como Kostas Papanikolaou o Bostjan Nachbar carecen de regularidad en su juego (aunque eso no les viene de ahora) dos grandes talentos capaces de romper un partido en ocasiones, y de desaparecer en otras.
El Barça sigue dando señales de inestabilidad, el tiempo dirá si Xavi Pascual es capaz de enderezar el rumbo. El FC. Barcelona es un conjunto competitivo que se encuentra en la élite nacional y europea, pero no es un equipo que los grandes colosos deban temer, al menos no ahora.
Las notas del conjunto azulgrana son muy justas para un alumno de su nivel y necesitará mejorar en Diciembre si no quiere suspender el primer trimestre de competición. El camino es muy largo, pero la temporada acaba de empezar y hay tiempo de sobra para mejorar. El talento ahí está.
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