ESCRITO POR ANDRÉS JIMÉNEZ
Este título con tanta mención a metales precioso resume el papel de la selección española de baloncesto (no existía la ÑBA y demás tontunas) en el Eurobasket de 1999 que se jugó en Francia con dieciséis países, cupo que se había ampliado de los ocho que eran anteriormente, para dar cabida a las naciones que habían surgido de las antiguas Unión Soviética y Yugoslavia, se había pasado de dos selecciones de excelente nivel a varias de buena y mediada calidad. En esta cita se dan varias peculiaridades: Fue el último europeo celebrado a final de temporada, concretamente del 21 de junio al 3 de julio, se concretó la única medalla conseguida por don Manuel “Lolo” Sáinz Márquez durante sus ocho años como seleccionador y como intento citar en el título fue el último galardón antes de la explosión de la generación de los “Juniors de Oro”.
En la lista el ex técnico de Real Madrid y Joventut de Badalona para esta cita había cuatro integrantes del campéon de ACB de ese año, el F.C. Barcelona, Nacho Rodríguez, Roger Esteller, Rodrigo de la Fuente y Roberto Dueñas, representando al subcampeón, Caja San Fernando, estaba Nacho Romero, los Albertos (Herreros y Angulo) del Real Madrid, el Estudiantes mandaba a tres jugadores Alfonso Reyes, Carlos Jiménez e Iñaki de Miguel que ese mismo verano partiría rumbo al Olimpiakos, completaban el roster Nacho Rodilla del Pamesa e Iván Corrales del Pinturas Bruguer Joventut.
Colocados por puestos sería algo así:
Bases: Nacho Rodríguez, Iván Corrales y Nacho Rodilla.
Escoltas y aleros: Alberto Herreros, Alberto Angulo, Roger Esteller, Rodrigo de la Fuente y Carlos Jiménez.
Pivots: Alfonso Reyes, Roberto Dueñas, Nacho Romero e Iñaki de Miguel.
El quinteto más utilizado fue el formado por Nacho Rodriguez, Herreros, de la Fuente, de Miguel y Reyes, siendo sus recambios Corrales, Alberto Angulo, Jiménez, Romero y Dueñas, quedando como jugadores más marginales dentro de la rotación Esteller y Rodilla.
España quedó enclavada en el grupo B, con sede en Clermont Ferrand y Toulouse, junto con Rusia, Eslovenia y Hungría, presumible cenicienta del grupo.
El primer partido celebrado el 21 de junio, fue contra la selección magiar y se contó como una victoria por 84-75, gracias a una gran segunda parte, en este encuentro cabe destacar a Herreros como cañonero absoluto, con la ayuda de Iñaki de Miguel y Rodrigo y la labor reboteadora de Alfonso Reyes, en Hungría lo más destacable el buen partido del pivot Robert Gulyas (23 puntos) y el mal del ala-pivot Kornel David.
Al día siguiente vino el segundo choque contra una talentosa selección surgida años antes de la desmembración de Yugoslavia, Eslovenia que nos ganó a pesar del gran partido de “Caviar” Herreros (5/6 en triples y 10/10 en tiros libres, lo que da a entender las faltas que provocó), comandando al conjunto esloveno estaba uno de los mejores ala-pivots europeos de los últimos años, el polivalente Matjaz Smodis (27 puntos, 8 rebotes y 3 asistencias), con Jurij Zdovc y Sami Becirovic en la dirección y el futuro madridista Marko Milic en el puesto de alero, todos ellos realizando un buen encuentro y en el que España siempre fue a remolque.
El tercer partido que cerraba la primera fase era contra Rusia, el supuesto coco del grupo que un día antes había ganado por tan sólo un punto a Hungría, evidentemente el combinado ruso no tenía el potencial de que poseía la Unión Soviética una década antes pero tenía un ramillete de buenos jugadores, Sergey Panov, Vitaly Nosov, Serguei Babkov (jugador de Unicaja) y Vasily Karasev, cabe destacar en la formación a un histórico Valeri Tikhonenko que tuvo una presencia testimonial durante el torneo, pero nos acerca el aroma de basket de otra época. El partido fue muy igualado con una parte para cada equipo que al final se decantó para la parte española por un ajustado 72-69, destacando otra vez Herreros (20 puntos y 7/11 en tiro de 2) y aportando casi todos los jugadores en varias facetas del juego.
Con un record de dos victorias y una derrota se pasaba a la segunda ronda, llamada Grupo E que tendría la sede en Pau, la ciudad por antonomasia del basket francés, en esta fase, pasando con el record de la anterior, nos tocaría enfrentarnos a Francia, Yugoslavia e Israel.
El 26 de junio contra la selección local, España hizo una segunda parte desastrosa, en la que los galos nos pasaron como un vendaval, que nos llevo a una derrota por 57-74, los franceses tenían un auténtico equipazo con Antoine Rigaudeau, Jim Bilba, Laurent Foirest, Stephane Risacher, segundados por el gigante Frederic Weis, el tejano Ronnie Smith, Mous Sonko, Laurent Sciarra y Alan Digbeu, del bando español destacaría Roberto Dueñas (15 puntos y 8 rebotes).
El segundo partido de esta fase sería contra la mejor selección del campeonato, la Yugoslavia de Bodiroga, Danilovic, Gurovic, Divac, Tomasevic, Scepanovic, un tal Nikola Loncar estaba por ahí, para apreciar la calidad del roster valga un dato, el jugador número 11 o 12 era un tal Pedja Stojakovic. España luchó durante gran parte del encuentro que perdería al final por 63-77, con partidazo de Alfonso Reyes (18 puntos y 9 rebotes) ante las torres yugoslavas, sumando la fija aportación anotadora del actual director deportivo del Real Madrid.
El tercer partido sería a vida o muerte contra Israel, el que ganaba se clasificaba, el combinado judío tenía como jugadores importantes a Guy Goodes, Doron Sheffer, Nadav Henefeld y Oded Kattash, gran parte de los jugadores eran del Maccabi Tel Aviv, por lo que tenían el peligro añadido de jugar durante todo el año juntos, el encuentro fue para el bando español por un claro 88-74, con una gran aportación del antes citado cinco ideal, destacando el hermano mayor de Felipe Reyes (19 puntos y 7 rebotes). Con una suma total de las dos fases de tres victorias y tres derrotas quedábamos cuartos de grupo, con la necesaria ayuda de la selección gala que sin jugarse nada ganó a Eslovenia y nos catapultó al “temido cruce de cuartos”. Nos tocaba el líder del otro grupo, Lituania.
1 de julio de 1999, 20:45 horas, Palacio Omnisports de Paris-Bercy, hora y lugar del encuentro de cuartos contra la selección lituana de Saras Jasikevicius, Arturas Karnisovas, Saulius Stombergas y del mejor pivot europeo Arvydas Sabonis, que aunque tenía 34 años seguía dando lecciones de basket, cabe destacar sus promedios del campeonato 13,3 puntos y 8,5 rebotes, que puedo decir de este match, pues tirar de un clásico que nunca falla “partido a cara de perro” que se ganó por 74-72, con soberbia actuación de Alberto Herreros (28 puntos), que contrarrestó las de Jasikevicius (25 puntos) y Karnisovas (17 puntos), por una vez superábamos el dichoso cruce de cuartos, dos campeonatos después de la famosa y desgraciada canasta de Christian Welp en el Eurobasket de Alemania 1993.
La semifinal en Paris contra el conjunto local que nos había vapuleado una semana antes en la segunda fase, se las prometían muy felices los galos con ese antecedente, pero un tal Herreros (29 puntos) enmudeció el Omnisports ayudado la pareja de pivots Reyes y de Miguel, con la siempre presente intendencia de Nacho Rodríguez y de la Fuente, dieron como resultado un 70-63 favorable a España frente a una Francia donde Rigaudeau y Bilba mantuvieron el tipo, “Maracanazo” y a la final.
La gran final del campeonato sería contra Italia que, por el otro lado del cuadro, de manera sorpresiva y hasta cómoda se deshizo de Yugoslavia (repito para mí la selección con más talento del torneo), los transalpinos estaban encabezados por el anotador Carlton Myers, el esloveno de origen Gregor Fucka, Denis Marconato, Giacomo Galanda y Andrea Mehegin (hijo del gran Dino) como base, el partido fue como los que acostumbraban antaño los italianos, gris, trabado, a bajo tanteo que como saben ustedes cayó del lado rival por ocho puntos de diferencia 64-56, el mejor de los nuestros Iván Corrales.
En este artículo quiero hacer un humilde homenaje a la que yo llamo la “Generación entre Guerras”, por estar situada temporalmente entre el fin de la hornada que consiguió los éxitos de los 80, coletazos que llegaría hasta mediados de los 90 y la eclosión de los Juniors de Oro a principios de este siglo. Generación representada por la metralleta llamada Alberto Herreros, máximo artillero de este torneo con una media de 19,2 puntos, la electricidad, fontanería e intendencia las 24 horas del día de Nacho Rodríguez y Rodrigo de la Fuente y el carácter y la garra de Alfonso Reyes, como principales actores principales, también cabe citar la anotación de Alberto Angulo, la defensa de su hermano Lucio (que no estuvo en esta cita, pero igualmente forma parte de ella), la intimidación y el buen basket desde las alturas de Roberto Dueñas, jugadores que siguieron llevando el basket patrio a todas las grandes citas mundiales. Sirvan estas líneas para demostrar que entre los Fernando Martín, Epi, Solozabal, Romay y los Pau Gasol, Juanki Navarro, Calderón y Felipe Reyes, había selección de baloncesto pues la hubo y muy buena.
Espero que la lectura les haya resultado tan amena como a mí escribirla y recuerden, la vida puede ser maravillosa y con baloncesto hay más posibilidades de que lo sea.
En JordanyPippen nos interesa tu opinión