
Cuando la temporada regular no hace más que dar sus últimos coletazos –apenas restan 7-8 partidos- y todo el mundo espera de manera ansiosa el comienzo de las eliminatorias por el título, me surge la duda de si habrá rivales que puedan poner en riesgo la consecución del título de campeón a los Miami Heat. Seguro que por el camino habrá duros escollos y grandes dificultades que salvar. Tampoco se nos puede escapar el hecho de que un anillo no se consigue sin sangre, sudor y lágrimas. Pero quizás, la franquicia asentada en Miami, deba derramar menos gotas de estos tres ingredientes para levantar, por segundo año consecutivo, el título de campeón de la NBA. A continuación intentaré exponer por qué veo muy difícil que a ‘The Queen’ (como lo apodan sus detractores) y compañía, se les escape el que supondría el tercer campeonato de la NBA en la historia de Miami Heat.
1. La mejora empieza por uno mismo. Si ya el nivel que mostraron el curso pasado les sirvió para alcanzar el anillo, la calidad de su juego este año es aún mayor. Las incorporaciones de gente experimentada, un rápido acoplamiento de las mismas y un año más de conocimiento por parte de los que ya estaban (con la experiencia de dos finales a sus espaldas), hacen a este equipo temible. Pues a esto añadamos el estratosférico nivel alcanzado por Lebron –quien presumiblemente se alzará con su 4º MVP de la temporada regular- y por Wade, antes de perderse ambos estos últimos partidos por diversas molestias sin importancia.
2. Pocos rivales fiables en su conferencia. Los Celtics sin Rondo y los Bulls sin Rose (una incógnita su vuelta) no parecen suficiente para frenar a un equipo que funciona casi a la perfección. Tampoco Nets o Hawks parecen rivales de gran entidad por lo mostrado hasta el momento. Cualquier opción de eliminar antes de tiempo al campeón, a tenor de lo visto hasta la fecha, pasa por Nueva York e Indiana. Sin embargo, los primeros se han perdido en la segunda parte de la temporada entre lesiones y la falta de sentido colectivo del juego que se vio al comienzo del curso. Los segundos parecen llegar en mejor forma a Playoffs. Tienen a un Paul George a gran nivel, un juego interior capaz de hacer ‘pupa’ y la experiencia del año anterior. Así que los Pacers parecen la gran –y única- esperanza para aquellos que sueñan con arrebatar el título de conferencia a los de Miami.
3. Oklahoma, San Antonio y Clippers: casi, pero… En el caso de los Thunder, la pérdida de Harden, como se presuponía, se ha dejado notar. Además, la rotación interior no ha mejorado y la evolución anotadora (necesaria para el equipo) de Ibaka, ha hecho que su contribución en defensa sea menor y de peor calidad esta temporada. Todo depende de Westbrook y Durant, y esto, como ya vimos en las finales del curso pasado, parece no ser suficiente (recordemos que Harden no estuvo a su mejor nivel).
Los Spurs por su parte, están en el camino trazado por ‘Coach Pop’. A pesar de ello, está por ver que puedan vencer a OKC en una hipotética final de conferencia y hay secundarios que aún deben superar el examen de los Playoffs. Es el caso de gente como Splitter, Mills, De Colo o Joseph. Además, habrá que comprobar cómo está gente vital como Diaw y Jackson, ya que han bajado considerablemente su aportación respecto a otros años. Toca encomendarse a Tony Parker y al que es, hoy día, el mejor entrenador de la NBA.
En Los Ángeles dominan ahora los Clippers. Tienen una gran plantilla pero no han dado muestras de tener un nivel de acoplamiento que haga ver que son un gran equipo, lo que ha hecho que su temporada haya sido peor de lo esperado. Sin duda es el equipo más equilibrado y por potencial, el que más problemas le podría causar a los Heat, pero la dirección de Vinny del Negro y su grado de compenetración genera cierta desconfianza.
4. Los datos. Asustan. Lo último, la racha de 27 partidos consecutivos ganados –quedándose a 6 victorias del record que ostentan los Lakers- detenida por Chicago Bulls. Están en un 91% de victorias después del Allstar con un balance de 22-2. En global están en torno al 80% de victorias jugando a medio gas una buena cantidad de encuentros. Los Heat son el mejor equipo en porcentaje de tiros de campo (49.7%), el segundo mejor en tiros de tres (39.4%) y el tercer mejor equipo en porcentaje de tiros de campo permitido al rival (44.2%). Por si fuera poco, son el tercer mejor equipo en pérdidas de balón (13.6, tengamos en cuenta su estilo de juego) y en robos por partido (8.9). Estos dos últimos datos les sirve para compensar ser el peor equipo en número de rebotes por partido de toda la liga (38.1).
Después de estas sensaciones, ¿veis a algún equipo con suficiente potencial para evitar que los jugadores Heat puedan disfrutar de su segundo anillo consecutivo bajo el sol radiante de Miami?
Escrito por Alex Dacosta (@DacostapAlex)
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