¿Sabías que el récord de minutos en un partido de playoffs de la NBA de las últimas 4 décadas lo tiene Kevin Johnson desde el 13 de junio de 1993?
Así es, el base de los Suns jugó nada menos que 62 minutos en el tercer partido de las Finales de la NBA de 1993, unas series en las que se enfrentaban su equipo y los Bulls de Michael Jordan y que acabarían con el triunfo de los de Chicago, que les daría su tercer título de campeones de la NBA consecutivo.
Los Suns llevaban varios años siendo uno de los gallitos de la Conferencia Oeste, pero hasta entonces no habían logrado superar las Finales de Conferencia, en las que habían perdido en 1989 y 1990 ante Lakers y Blazers respectivamente. En el verano de 1992, buscando el salto de calidad que les permitiera por fin optar al título, se hicieron con los servicios de Danny Ainge y de Charles Barkley, reuniendo de esta forma un equipazo en el que también estaban Tom Chambers, Cedric Ceballos, Dan Majerle, un debutante Richard Dumas, Kurt Rambis y nuestro protagonista, Kevin Johnson.
Johnson había sido elegido por los Cavs en la séptima posición del draft de 1987 pero sería traspasado a los Suns coincidiendo con el parón del All Star de 1988 en una operación que incluyó también a Tyrone Corbin, Mark West, una primera ronda del draft del 88 (que serviría para elegir a Dan Majerle), una segunda ronda de ese mismo año y otra del siguiente a cambio del aterrizaje en Cleveland de Larry Nance, Mike Sanders y otra primera ronda del draft de ese año. En total, jugaría 12 temporadas en la liga, permaneciendo toda su carrera en Phoenix tras su traspaso.
Base de gran calidad, con un excelente lanzamiento, muy buena visión de juego y muy hábil con el balón, aunque siempre tuvo tendencia a acaparar demasiado juego, Kevin Johnson es uno de los mejores jugadores de finales de los 80 y principios de los 90. Con los Suns a la sombra primero de los Lakers y posteriormente de los Blazers, en 1992 por fin parecía que había llegado su hora.
Y es que tras reunir a Barkely, Chambers, Johnson y compañía, los Suns establecieron la mejor marca de la liga con 62 victorias y 20 derrotas. Durante los playoffs no tuvieron un camino fácil, eliminando consecutivamente a Lakers (3-2), Spurs (4-2) y Sonics (4-3) para plantarse en la final; final en la que se medirían a los por entonces bicampeones Bulls de Jordan y Pippen.
Los Bulls por su parte venían de terminar segundos en el Oeste tras los Knicks, con una marca de 57-25. Su camino en los playoffs había sido menos accidentado, eliminando sucesivamente a Hawks (3-0), Cavaliers (4-0) y Knicks (4-2). Se presentaban en su tercera final consecutiva pero con ventaja de campo para los Suns.
El 9 de junio de 1993 se iniciaban las Finales en Phoenix y los Bulls no tardaban en dejar claro quién era el campeón: victoria por 100-92 que les daba la ventaja de campo que posteriormente era ampliada solo dos días más tarde, al imponerse de nuevo en Arizona por 111-108. en ambos casos los Suns habían tenido opciones, pero los Bulls habían hecho valer su experiencia para acabar imponiéndose y dejar la serie muy favorable para sus intereses.
Y así llegamos al 13 de junio y a Chicago. Los Bulls podían dejar la Final vista para sentencia mientras que los Suns se jugaban el mantenerse con vida. En un partido espectacular, serían los visitantes los que se llevarían el gato al agua tras tres prórrogas y casi 4 horas desde que se dio el salto inicial hasta que se consumió el último segundo de esa tercera prórroga. Los marcadores parciales hablan muy a las claras de cómo fue aquel partido:
PHO | 29 | 29 | 28 | 17 | 4 | 7 | 15 | 129 |
CHI | 29 | 28 | 28 | 18 | 4 | 7 | 7 | 121 |
A cada golpe de los Suns respondían los Bulls y a cada intento de los Bulls por ponerse con ventaja respondían los de Arizona. Así hasta el último cuarto en el que los visitantes por fin cogerían una ventaja que les daría la victoria.
Y claro, en un partido tan largo, las grandes estrellas de ambos equipos acabarían disputando muchísimos minutos: Scottie Pippen, 56; Michael Jordan, 57 y BJ Armstong, 58 por los Bulls; Barkley, 53 y Dan Majerle, 59 por los Suns. No sería nada al lado del tiempo que permaneció Kevin Johnson en pista: 62 minutos de los 63 que duró el partido.
El base de los Suns establecía así una marca que seguramente no llegue a ser superada nunca, aunque no son pocos los equipos en la actual NBA que se olvidan de las rotaciones a la hora de dar descanso a sus estrellas. Sería decisivo aquella noche, quedándose cerca del triple doble con 25 puntos, 9 asistencias y 7 rebotes.
El despliegue físico de Kevin Johnson permitiría a los de Arizona recuperar al menos uno de los dos partidos perdidos en su cancha, pero tres días después los Bulls se volverían a imponer en otro partido igualado (105-111). Aunque los Suns de nuevo vencerían en Chicago el quinto encuentro por el marcador más amplio de la serie (108-98), acabarían cayendo por tan solo un punto (99-98) en el sexto partido, lo que le daría el tercer anillo a Michael Jordan Scottie Pippen y compañía.
Fue la gran ocasión que tuvieron los Suns de hacerse con el título. A partir de entonces, pese a que ese mismo verano Michael Jordan se retiraba por primera vez del baloncesto, serían los Rockets los que mandarían en la liga antes del retorno de Jordan. Nunca volvieron a estar tan cerca ni Kevin Johnson, ni Charles Barkley ni su equipo de ganar el título de campeones. Un destino que habría sido muy distinto de no haberse topado con uno del os mayores depredadores de toda la historia del baloncesto, como fue el 23 de los Bulls.
Como hemos dicho al principio, Kevin Johnson se retiraría en los Suns 12 temporadas después de su debut. Para entonces estaba considerado como uno de los mejores bases de los últimos 80 y primeros 90, pero como le ocurrió también a John Stockton, colgaría las botas sin el primer premio. A día de hoy es el alcalde de Sacramento y en su currículum, entre otras cosas, tiene el haber evitado que los Kings abandonaran la ciudad californiana hace un par de temporadas.
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