Quién me iba a decir hace un año que hoy estaría escribiendo esto… Más aún, quién podía pensar en enero de este mismo año que hoy, 24 de junio, el Real Madrid iba a estar celebrando la consecución de la Liga Endesa, en casa de su eterno rival, para cerrar su mejor temporada desde 1974.
Y sin embargo, así es. El Real Madrid de baloncesto acaba de obtener la triple corona. Esto es: Campeón de Copa del Rey, Campeón de Europa y Campeón de Liga. Tres títulos a los que se añade la Supercopa con la que se abrió esta temporada 14/15 ya para siempre escrita con letras de oro en la historia del club blanco.
Y a todo esto hace un año Pablo Laso estaba más fuera que dentro del club. Tras terminar la temporada de los récords con solo una Copa del Rey y dando una malísima imagen desde la derrota en la Final Four, el Madrid se había deshilachado y el técnico vitoriano recibía golpes por todas partes.
Pero aguantó el tirón y la directiva se conformó con cambiar a sus ayudantes por Chus Mateo y Zan Tabak. Al mismo tiempo, se remodeló la plantilla con una serie de fichajes que plantearon dudas al principio. Dudas que se fueron acrecentando según corría el inicio de la temporada. Se ganó la Supercopa, sí, pero el equipo no terminaba de coger el ritmo.
Los más optimistas decían que era parte del plan de la temporada. Empezar despacio para acabar a tope y que no se repitiera lo del año anterior. Pero en diciembre y enero Laso tenía la soga al cuello.
Y de nuevo aguantó y en estas llegó la Copa del Rey y el equipo empezó a coger el tono. El título dio aire al técnico y, tras un Top 16 de Euroliga irregular y unos cuartos en los que tampoco se terminó de jugar bien, llegamos a mayo y entonces el Madrid explotó.
Tras un partido en semifinales contra el Fenerbahce con dos partes completamente distintas: una en la que reapareció el Madrid arrollador y otra en la que los de Obradovic supieron meter al Madrid en el barro, cosa que le vino bien al equipo para huir de las confianzas que tan mala jugada le habían hecho los dos años anteriores, en la final se saldó una cuenta pendiente desde 1995 y por fin se recuperó el trono europeo.
Y se hizo demostrando que el Madrid había cambiado parte de su brillantez pasada por un mayor equilibrio en el juego y, sobre todo, por una mayor entrega y madurez en la pista. A este equipo ya no le asustaba el cuerpo a cuerpo ni la lucha en las trincheras.
La final de la Liga Endesa se presentaba como la ocasión para entrar en la historia del club. Y no se ha dejado pasar. Tras dominar absolutamente la serie contra el Barcelona, el Madrid es justo vencedor de liga.
Apoyado en la madurez de los jugadores que han formado su columna vertebral estos años y con la aportación decisiva de los fichajes, el equipo de la temporada 2014/2015 logra la triple corona.
Algo que, por ejemplo, Lolo Sáinz no consiguió y que en este club solo obtuvo en dos ocasiones Pedro Ferrándiz, en 1968 y 1974. Sáinz y Ferrándiz. Los dos grandes entrenadores que escribieron la historia del Real Madrid. ¿Tal vez dentro de un par de décadas la temporada 14/15 forme parte de la mitología del club como forman parte la famosa autocanasta, la primera victoria contra el TSKA, las Copas de Europa contra Meneghin, la liga de Delibasic o los duelos contra la Cibona de Petrovic?
De momento, Pablo Laso acaba de entrar en la historia del Real Madrid con todo merecimiento.
Como repetía constantemente Camilo José Cela, quién resiste gana.
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