Los Spurs derrotaban esta madrugada a los Pacers en Indiana por 95-93. Sería un partido más de la temporada 2014/2015 si no fuera por un dato: con esta victoria, Gregg Popovich alcanza las 1.000 en liga regular, convirtiéndose en el noveno entrenador en toda la historia de la NBA en lograrlas, el segundo que lo consigue con un solo equipo.
Popovich llegó a los Spurs en 1988 como asistente de Larry Brown. Previamente, había trabajado también como asistente del equipo de la Fuerza Aérea en la NCAA (División I) y como primer entrenador de Pomona-Pitzer (NCAA, División III). Permanecería en los Spurs en el mismo puesto hasta 1992 en que el equipo de Brown fue despedido y, tras una breve estancia en los Warriors como ayudante de Don Nelson, en 1994 volvería a San Antonio para ocupar el cargo de Manager General y Vicepresidente de Operaciones.
Al comienzo de la temporada 1996/1997, Popovich despediría al entrenador Bob Hill, estando el equipo entonces con una marca de 3-15 y se haría cargo él mismo del banquillo. Sería su única temporada con número negativos (17-47), ya que a partir de entonces los Spurs siempre han estado por encima del 60% de victorias en liga regular y no se han perdido los playoffs ni una sola vez desde 1998. La temporada 96/97 tuvo su lado bueno, y es que lograron el número 1 del draft del 97, que emplearon en escoger a Tim Duncan. Y así, en 1999 serían campeones por vez primera, con un equipo basado en el juego interior de Tim Duncan y David Robinson. Repetirían título en 2003, 2005 y 2007 y, cuando seguramente ya nadie pensaba que esta generación maravillosa de los Spurs podrían reverdecer viejos laureles, perdieron el título de 2013 en el último segundo del tiempo reglamentario el sexto partido. Esta derrota, seguramente la más dolorosa en toda la carrera de Pops, alimentaría la extraordinaria exhibición de los Spurs en las finales pasadas, finales en las que desplegaron el mejor baloncesto que se ha visto en la NBA en muchísimos años para lograr su quinto anillo.
En total, Popovich firma 1.000 victorias en liga regular en 1.462 partidos, lo que supone un 68,4% de victorias. A ellas hay que sumarle otras 149 victorias en playoffs en 239 partidos (un 62,3%). Pero sobre todo, a Popovich hay que agradecerle el haber sabido convertir a los San Antonio Spurs en un equipo que se ha olvidado de las estrellas y de los uno contra uno y dos contra dos para desplegar una preciosa sinfonía de baloncesto colectivo en las últimas temporadas. Sinfonía que se opone al habitual juego plano del resto de equipos de la liga y que, afortunadamente, parece que empiezan a seguir otras franquicias como los Atlanta Hawks, entrenados, no por casualidad, por Mike Budenholzer, ayudante de Popovich entre 1996 y 2013.
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