¿Sabías que el partido más largo en la historia de la NBA tuvo 6 prórrogas y fue una tortura para el espectador?
Así es. El partido más largo en toda la historia de la NBA se jugó el 6 de enero de 1951; cuando no existía el reloj de posesión y cuando, como contábamos en un artículo anterior, era costumbre que los equipos retuvieran el balón para que los rivales no tuvieran la oportunidad de lanzar a canasta.
Sea como fuere, el 6 de enero de 1951 los Indianapolis Olympians visitaban la cancha de los Rochester Royals. Tras jugarse los cuatro cuartos reglamentarios el marcador quedó 65-65, tras haber dominado los Olympians la primera parte y haber remontado los Royals en la segunda. Lo peor estaba por llegar:
Se tuvieron que jugar hasta 6 prórrogas, tras las que los Olympians se llevaron la victoria por 75-73. En 30 minutos de juego se anotaron 18 puntos en total, 10 por los de Indianápolis y 8 por los de Rochester. Los marcadores parciales de las prórrogas fueron: 2-2; 0-0; 2-2; 0-0; 4-4 y 2-0.
Todo un martirio para el espectador que tuvo que asistir a un partido interminable en el que nadie lanzaba a canasta. El partido más largo de la historia de la NBA fue probablemente también uno de los más feos. Situaciones como esta explican bien a las claras por qué el reloj de posesión era tan necesario y por qué salvó este deporte.
Aquella temporada los Royals se proclamarían campeones tras derrotar en la final a los Knicks por 4-3. Poco tiempo después abandonarían Rochester buscando un mayor mercado y tras muchos avatares hoy son conocidos como los Sacramento Kings, pero esa es otra historia de la que hablaremos otro día.
Los Olympians tuvieron una vida muy corta y desaparecieron en 1953. Esto fue algo bastante habitual en los primeros años del baloncesto profesional, pero también lo contaremos en otra ocasión.
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