Por fin llegó el día y arranca el Mundial de baloncesto. Desde hoy y hasta el 14 de septiembre 24, equipos pelearán por hacerse con el Trofeo Naismith de campeón del mundo. A las 12:30, Croacia y Filipinas abrirán el fuego en Sevilla en un partido que no parece el mejor para iniciar un Mundial, pero es el que se ha elegido para dar salida a la competición.
El sorteo, claramente dirigido, se diga lo que se diga, deparó que España y Estados Unidos solo podrían verse la cara en la final. Final entre ambos que es la que desean organizadores, aficionados en este país y medios de comunicación, especialmente el que compró los derechos de retransmisión para luego estar solo interesado en la cantidad de millones por publicidad que podrá ingresar si americanos y españoles son los finalistas.
Pero en el Mundial hay otros equipos muy interesantes, algunos de ellos con claras opciones de meterse en la final. Muchos de ellos han sido castigados por las lesiones o las renuncias, como el vigente campeón de Europa, Francia, que llega sin Tony Parker, Noah, Seraphin ni Ajinça y que en la última semana de preparación ha sufrido además las bajas de Nando de Colo e Ian Mahinmi. En cualquier caso, es un equipo muy experimentado al que Vincent Collet habitualmente sabe hacer competir.
Si hablamos de lesiones, hay que hablar también de la de Mantas Kalnietis, que ha dejado coja a la selección lituana. Los lituanos llegan con un muy buen equipo, pero han perdido a su capitán. Es el momento en que Valanciunas y Motejunas deberán dar un paso adelante.
Tres selecciones procedentes de la antigua Yugoslavia veremos esta vez. En primer lugar, la Eslovenia de los hermanos Dragic, seguramente la selección más floja de los tres, pero que seguro que ofrecerá el juego eléctrico de la pareja. Serbia llega esta vez con nuevo entrenador, nada menos que Sasha Djordjevic. Si los Plavi siempre han tenido carácter, con Djordjevic, más aún. Equipo lleno de talento, pero que perdió a Nedovic por lesión y tras una fase de preparación peor de lo esperado, a Vladimir Micov tras el altercado con su seleccionador. En cualquier caso, selección que opta a todo y, como Francia, va en el grupo de España.
El tercer equipo balcánico es Croacia, que llega con una selección muy compacta y que, tras muchos años en que les ha fallado el espíritu competitivo a la hora de la verdad, ya en el pasado Europeo dio muestras de que por fin recuperaba algo de la sangre de la Croacia de los primeros años 90.
Argentina llega sin Delfino ni, sobre todo, Ginobili. Grandes ausencias que restan potencial a un equipo que siempre compite al máximo. El carácter ganador de los Scola, Nocioni y compañía seguro que tapará las bajas y estarán en la lucha. Cuenta el aficionado madridista con el aliciente de ver al que será nuevo base del equipo la próxima temporada, el Facu Campazzo.
Y un equipo que llega con todo es Brasil, que no se ha dejado ni una sola de sus estrellas fuera de la lista de convocados. Con Hilario, Splitter y Varejao, se presenta con un juego interior temible. Otro equipo que opta a todo y va en el grupo de España.
Veremos qué tal se maneja la renovada Grecia de Katsikaris, sin Spanoulis, Fotsis ni Schortsanitis, pero con Giannis Antetoukompo, una de las sensaciones entre los rookies de la NBA de 2013. Grecia es, como Argentina, un equipo que siempre compite al máximo y seguro que ofrecerá un buen torneo.
Los subcampeones mundiales, Turquía, llegan en un mar de dudas. Con Ataman como técnico y sin sus vacas sagradas de los últimos años, Emir Predzlic debe ser uno de los mejores jugadores del torneo. Habrá que prestar también atención a otras selecciones como Australia, de la que hablan muy bien quienes la han visto, Puerto Rico, dirigida por Paco Olmos y que llega con un equipo muy experimentado, o las pujantes República Dominicana y México, con el también español Valdeolmillos como seleccionador.
Y por fin están España y Estados Unidos. Pese al triunfalismo y a la (vergonzante) algarabía con que se han celebrado en algunos medios las lesiones de nuestros rivales, no parece España capaz de plantar cara a un combinado americano que no es el mejor posible tras las renuncias y la gravísima lesión de Paul George, pero que viene con un equipo mucho más compensado en el juego interior que el que presentó en Londres 2012 y que está cargado de jugadores que ven aro con mucha facilidad. Ver a Curry en nuestro país y presenciar el retorno a las pistas de Rose es un lujo para el espectador.
¿Y España? Pues despidiendo a su gran generación tras muchos años de éxitos. Equipo prácticamente calcado al de Londres 2012, con sus virtudes y también con sus defectos. La fase de preparación (¿recaudación?) ha sido un éxito, pero ha consistido en pachangas con árbitros a favor y todo organizado para exhibirse, no para preparar un torneo. Solo el partido contra Argentina era duro, pero el rival se borró, no queriendo mostrar sus armas. Llegamos con un juego plano, consistente en darle el balón a uno de los Gasol y que ellos decidan. Un año más sin un alero alto en el equipo más allá de Claver, que de nuevo jugará lo mínimo, el mal estado físico de Rudy y la lesión de Abrines han hecho que hayamos visto jugar a tres bases a la vez. Con claros problemas en el tiro exterior, no parece que esta vez vayamos a poder jugar a 100 puntos contra Estados Unidos. Sin embargo, esta generación nos ha acostumbrado al éxito y veremos de lo que son capaces una vez más.
Faltan tres horas para que empiece la fiesta del baloncesto. Que ustedes la disfruten.
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