Hace algo más de una hora que Sports Illustrated adelantaba el retorno de Lebron James a los Cavaliers, poniendo fin a cerca de dos semanas de especulaciones. La gran bomba del verano acaba de explotar. Termina así el ciclo de Lebron en Miami; ciclo realmente excepcional, con dos anillos de campeón y otros dos subcampeonatos en cuatro temporadas. Se cierra también la herida que quedó abierta con el show organizado para despedirse en 2010 y la posterior reacción desaforada del propietario de los Cavs y parte de su afición.
Y es que en septiembre se cumplirán 30 años desde que Lebron Raymone James fuera a nacer en Akron, a solo 30 millas de Cleveland. Una infancia difícil fue el prolegómeno de su entrada en el Saint Vincent – Saint Mary High School, donde se convertiría en la estrella de los Fighting Irish. Sin pasar por la NCAA, los Cavs lo eligieron en el draft de 2003 en la primera posición. El chico de los suburbios más pobres de Akron de la noche a la mañana se convertía en King James.
La primera etapa de James en los Cavs se saldó con la obtención de todos y cada uno de los títulos individuales y con el reconocimiento de Lebron como la gran estrella del momento. De su mano, la franquicia, habitualmente perdedora, se convirtió en asidua de los playoffs, llegando a disputar la final de 2007, donde serían barridos 4-0 por los Spurs. No alcanzó sin embargo más veces la final y tras convertirse en agente libre en el verano de 2010, anunció su marcha a Miami Heat en un controvertido show de televisión, provocando las iras de sus paisanos de Ohio y motivando una carta muy ofensiva del propietario de los Cavs que ha estado colgada en la web de la franquicia hasta hace tres días.
En Miami, el triunvirato formado por James, Wade y Bosh logró dos anillos y estuvo en la final las otras dos temporadas. Dominadora de la liga en estos cuatro años, la franquicia de Florida vio cómo los Spurs arrollaban en la final de este año y Lebron se quedaba solo en la lucha contra el rival, al desparecer el resto de estrella del equipo durante la serie. Solo un mal tercer cuarto en el segundo partido privó a unos Spurs sedientos de venganza dejar en blanco a unos Heat absolutamente desbordados ante el torrente de juego de los texanos.
Tras la final, el big three de Miami se convirtió en agente libre, en teoría, con la intención de renegociar sus contratos y permitir a los Heat rearmar el equipo. Pero desde el primer momento se vio que las negociaciones no iban bien, al tiempo que se reproducían los rumores sobre la vuelta de James a Cleveland.
Ahora,el Rey vuelve a casa. David Blatt tiene su big three con Lebron, Kyrie Irving y Andrew Wiggins. Los Cavs vuelven a estar en la pelea.
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