Nada parece lo que es en el CB Valladolid

Todo parece un guión preparado desde hace tiempo. Ricard Casas haciendo una vez más el papelón de su vida. Casas explotó en la noche del sábado cuando el penúltimo equipo de la clasificación pasó por encima del CB Valladolid. Abochornado por la situación, avanzó al gerente del club su disposición a poner su cargo sobre la mesa (tal como publicaba‘Tribuna Valladolid’) si esa era la solución para la reacción de sus jugadores. Y así lo transmitió en la rueda de prensa. ¿Ha sido el partido contra el Estudiantes el último partido de Ricard Casas? El técnico se ha visto superado por las circunstancias y por una plantilla de la que, según él, «no puede sacar más rendimiento». ¿A qué viene lo de poner el cargo a disposición del Club? Si lo tienes claro que no das más de sí, dimites y punto. Tanto marear la perdiz no conduce a pensar más que esto es un plan de entrenador y directiva. Y es que nadie a las orillas del Pisuerga se cree ya nada de lo que nos vienen diciendo en el CB Valladolid. 

Cuando en mis resúmenes mensuales decía que esto no tenía ni pies ni cabeza desde el principio de temporada no iba mal encaminado. El CB Valladolid pasa por el peor momento de su historia a nivel económico y muy cerca de ello está lo deportivo. 

¿Por qué hablo de un guión preparado? Es como si con antelación supiéramos lo que nos van a contar. Todo el año hablando del futuro de nuestro Club, pero coño, de lo que toca hablar es el presente; y si presente no había que nos lo hubieran dicho desde un principio y que no nos quisieran vender la moto de que salir en ACB era lo más acertado. 

Desde fuera de Valladolid los aficionados al basket pensaran ¿es el CB Valladolid un equipo? Alguien podría pensar que la buena imagen dada por los pucelanos la jornada anterior ante el todopoderoso Real Madrid podría suponer el inicio del despegue (al menos en imagen) del equipo, pero nada. Un equipo destartalado, jugadores que deambulan por la cancha sin orden ni espíritu, sin ambición… 

Lo cierto es que el CB Valladolid es un equipo roto al que se le han acabado las excusas. Hay que reconocer que la plantilla fue confeccionada a última hora con el presupuesto más bajo de la liga y que es difícil sobrellevar una situación institucional con continuos problemas extradeportivos, pero ya es hora de acabar con los pretextos y hacer autocrítica.Una autocrítica que tiene que llegar a todos los estamentos del club y no solo detenerse en el ámbito deportivo.

Nadie quiere que ocurra nada, entre otras cosas porque el club confía en Casas para el futuro. No obstante, tienen ahora que dar una respuesta. La primera, en forma de confianza hacia su entrenador. A partir de ahí, todo lo que llegue para sumar será la mejor inversión para terminar la temporada de forma digna.

Y como el guion no puede quedar en el caso del entrenador, también se señala a tres jugadores por su escasa aportación y causantes de los males de este equipo. Jason Rowe, Nedzad Sinanovic y Marcos Suka-Umu (‘Tribuna Valladolid’). Esos son los tres jugadores señalados para abandonar la plantilla del Club Baloncesto Valladolid si la economía permite realizar cambios. Si los recursos económicos hubieran sido suficientes, ni Rowe ni el segundo base, Vilhjamsson estarían en el equipo. Igual ocurre con el desesperante Sinanovic. La situación con Suka-Umu es diferente. Antes de su fichaje ya se conocían sus problemas de actitud pero las cosas se han conseguido disimular esta temporada a duras penas. El club no tiene dinero pero busca soluciones para intentar aumentar el nivel de calidad de una plantilla muy pobre en todos los sentidos. 

Y en estas estamos a orillas del Pisuerga. Lo único que si es cierto es que el CB Valladolid ocupa la última plaza de la liga ACB, con tan sólo 2 victorias en las 19 jornadas de competición. Y lo peor de todo, la afición cada día más desilusionada. 

¡¡Siempre morado y amarillo!!