“Es difícil. Tengo muchas ganas de jugar, y tengo muchas ganas de jugar como acostumbraba. Estar tan limitado es frustante, y no saber cuándo voy a estar bien de salud es un poco desalentador, también”. Estas palabras cargadas de dolor salían hace tan sólo tres meses de la boca de Steve Nash. Unos meses muy duros, una travesía en el desierto que no parece tener fin y que están abocando al base de Los Ángeles Lakers a plantearse la retirada. Sin duda este (cumple hoy 7 de Febrero, cuarenta años) año, se convierte en su Cumpleaños más amargo.
El físico del jugador canadiense, con 17 temporadas a sus espaldas ha dicho basta. El paso del tiempo no perdona y el que fuera ocho veces All-Star y galardonado los años 2005 y 2006 con los dos Premios MVP (de mejor jugador de la Liga) está muy probablemente disfrutando de sus últimos días cómo jugador de baloncesto.
Nash, que ya se perdió la pasada temporada 32 partidos por culpa de las lesiones, en ésta tan sólo ha podido disputar siete, y nada parece indicar que su situación vaya a variar.
El base angelino, fue uno de los fichajes de “campanillas” realizado por los directivos de Lakers en verano del 2012, junto al del pívot Dwight Howard. Un contrato por un montante cercano a 28 millones de dólares por tres temporadas, que ha resultado (cómo el del mismo Howard) ser un auténtico fiasco.
Para los que vimos jugar a Nash en plenas facultades, esta versión actual de Nash nos produce una gran tristeza. El canadiense, se convirtió en el líder de unos Phoenix Suns, que llegaron a realizar el mejor baloncesto de la Liga. Hacía mejor a sus compañeros. Amare Stoudamire y Shawn Marion pueden dar fe de ello, pero lamentablemente la estrella del que fuera el mejor asistente durante cinco temporadas y maestro del “run & gun” se ha apagado definitivamente.
A cualquier jugador en activo, le gustaría parar el tiempo y que el momento de la retirada no le toque, pero el tiempo pasa para todo el mundo y estas dos últimas temporadas de Nash han sobrado. Es entendible que Nash buscara un último intento junto a Bryant, Howard y Gasol de conseguir el ansiado anillo, cómo hiciera otro gran Big Four de los Lakers en el año 2004 (O´Neal, Bryant, Malone y Payton) con idéntico resultado, fiasco absoluto.
Nash, de esta manera, entrará a formar parte del club selecto de grandes jugadores que se han quedado sin anillo (Stockton, Malone, Barkley, Miller entre otros) de campeón de la NBA.
Celebrar años siempre es motivo de alegría, aunque este sin duda será el cumpleaños más amargo para Steve Nash.
Escrito por José María Santiago (@jmsantiago33)
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