Os aseguro que este mes se me ha pasado por la cabeza no escribir nada y dejar la crónica en blanco, reflejo de lo que está pasando a orillas del Pisuerga esta temporada. Somos lo que somos: un equipo sin color. Pero olvidada esta idea espero no aburrir con más de lo mismo.
Volvió a suceder: ridículo e impotencia en Málaga. En la previa al partido, Casas comentó: «¿y por qué no podemos ganar?». No hubo la suerte esperada y si otra paliza para la historia de nuestro equipo. Tercera derrota por más de 51 puntos esta temporada. El CB Valladolid mostró – como ya tristemente nos empieza a acostumbrar- una bochornosa incapacidad para competir en la liga ACB; encajamos 33 puntos en el primer cuarto lo que explica que el trabajo en defensa fue inexistente. Unicaja capturó 25 rebotes más que los nuestros y cinco jugadores morados valoraron negativamente. La derrota estaba cantada. Incluso los aficionados malagueños coreaban las últimas canastas vallisoletanas que evitaron dejar para la historia la mayor paliza de la liga. Un apunte más: dar 89 segundos de la basura al bueno de Antonio Izquierdo no es lo que se dice apoyar a la cantera. En eso también seguimos en la misma línea.
La jornada del 14 de enero no deparó tampoco ninguna sorpresa en casa. Entrenador y jugadores se mostraron de nuevo incapaces de afrontar un partido en esta categoría. En esta ocasión el equipo madrileño dejó bien a las claras quien sé se iba a llevar la victoria que les afianza en su lucha por la permanencia en la categoría y a nosotros nos hundía un poco más. Un 2-12 antes de los tres primeros minutos de juego hizo perder cualquier esperanza con la que los vallisoletanos habían preparado el partido. La nula defensa en el uno contra uno que Casas había anunciado como objetivo, unido a la gran capacidad de los jugadores fuenlabreños por jugar abiertos, de desbordar y de anotar en triples en un altísimo porcentaje -hasta 16- nos hizo ver que nuestro equipo no es de esta categoría. En el apartado de rebotes, el pésimo porcentaje reboteador de los nuestros nos condenó de nuevo bajo el aro. Poca actitud de un equipo que del medio campo hacia arriba tiene por bandera la anarquía.
El último cuarto volvió a ser el de la basura. Son ya tantos cuartos de la basura los que llevamos vividos este curso… Casas– «un valiente que está involucrado» – volvió a oír como parte de la afición considera que su crédito ya está acabado. En un día en el que el club había decidido rendir homenaje a todos los aficionados que se desplazan cada partido desde la provincia – la afición volvió a estar impresionante- el banquillo volvió a demostrar que es incapaz de hacer reaccionar a los suyos. Eso si el entrenador no se cansa de pregonar que sus jugadores son gente honesta, profesional y dura a la que nunca sale lo que concienzudamente prepara durante la semana.
Antes de acabar el mes una espantada más y van seis. Sanders hizo las maletas sin avisar a nadie y después de disputar tan sólo cuatro partidos. Nadie comprende porque se ha ido y menos los cada día más incrédulos aficionados pucelanos.
Terminamos el mes con derrota ante el Granca. Una ligera mejoría que no sirvió para sumar y si para evidenciar nuestra condición de colista. Ante un equipo canario más que discreto, volvimos a abusar de las acciones individuales lo que facilitó el triunfo a los isleños. Tan sólo en el tercer cuarto apareció un atisbo de victoria cuando nos pusimos con un 48-43 que invitaba a la esperanza, pero cuatro triples de Hansbourgh nos devolvieron a una realidad cada vez más cruda en esta ACB en la que cada día queda más patente que no damos para más.
… Y empezamos febrero recibiendo nada menos que al equipo más en forma de toda Europa. Sus números no invitan precisamente a una machada por parte de los nuestros. ¡Que Dios nos coja confesados!
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