
En los últimos años, los Indiana Pacers se han convertido en uno de los equipos dominantes de la NBA. Gracias a la reunión de un núcleo joven y muy talentoso, han conseguido escalar hacia la élite de la NBA con un juego basado en la intensidad defensiva, una sólida formación del equipo y talento desde el puesto de entrenador, que ocupa Frank Vogel.
Pero el éxito actual no ha sido inmediato. Los actuales días de gloria de los Pacers se han tenido que ir labrando a lo largo de una época de inseguridades y de quedarse a las puertas del éxito. Esta unidad que han conseguido los de Indianápolis se ha forjado, sobre todo, a lo largo de los últimos cinco años. En estas últimas cinco temporadas, los Pacers se han clasificado para los Playoffs en tres ocasiones de manera consecutiva y progresiva, llegando cada vez más lejos.
La temporada 2008-2009 fue la primera de Larry Bird al frente del barco de Indiana. Desde el principio dejó claro que había que reformar el equipo, y así lo hizo con varios traspasos. Se deshizo de Jermaine O´Neal, que puso rumbo a Toronto Raptors, y a cambió consiguió a los bases TJ Ford y Jarrett Jack, junto con las elecciones de draft de Brandon Rush y Roy Hibbert (procedente de la prestigiosa universidad de Georgetown), uno de los mejores pívots de la NBA en la actualidad y pilar del equipo.
La indiscutible estrella del equipo era Danny Granger, que asumía todo el protagonismo anotador. Esta fue la mejor temporada de Granger en toda su carrera, promediando 26 puntos, 5 rebotes, 3 asistencias, 1 robo y 1 tapón por partido. Con estos números, Granger ganó el premio que otorga la NBA al “Jugador más mejorado”. El equipo también contaba con jugadores como Troy Murphy, un versátil interior que destaca por su gran lanzamiento de tres. Sin embargo, los Pacers se quedaron fuera de los Playoffs por tercera ocasión consecutiva, con un balance de 36 victorias y 46 derrotas.
En la siguiente campaña, la reconstrucción se prolongó, como era de esperar. Larry Bird todavía estaba modelando al equipo que quería, y las piezas no acababan de encajar. Hubo mucha caras nuevas, como Dahntay Jones, Earl Watson, Luther Head, Solomon Jones y las elecciones del draft, Tyler Hansbrough y AJ Price. Hansbrough había sido un gran jugador universitario para los North Carolina Tar Heels, firmando casi un doble doble por partido, promediando siempre en torno a los 20 puntos y siendo un jugador muy contundente, que daba nuevas esperanzas a los Pacers. Sin embargo, no rindió como se esperaba, pero tuvo problemas de lesiones desde el principio y aún hoy no ha acabado de asentarse como la promesa que era. Granger, mientras tanto, seguía siendo el líder del equipo, aunque eso de nada valió, ya que los Pacers se volvieron a quedar fuera de la postemporada, con 32 victorias y 50 derrotas. De cualquier manera, los Playoffs no tardarían en volver.
Larry Bird comenzó a recoger los frutos de su siembra en esta temporada 2010-2011 en la que el equipo volvió a los anhelados Playoffs tras cuatro confusas temporadas. Aunque el equipo firmó un mediocre récord de 37 victorias y 45 derrotas, le sirvió para entrar en el terreno de los mejores como último clasificado de la Conferencia Este. En el draft de este año Larry Bird aceptó de pleno y la franquicia se hizo con dos grandes jugadores como Paul George y Lance Stephenson, que actualmente son la estrella y el revulsivo del equipo, respectivamente. También se hicieron con los servicios de veteranos como James Posey y Darren Collison, un veterano y un jugador de segundo año con aspiraciones.
En enero de 2011 se produjo el cambio de entrenador. Jim O´Brien, criticado por sus resultados y decisiones, fue sustituido por el actual entrenador, Frank Vogel, que consiguió meter al equipo en los Playoffs, aunque fuera en la última posición de la Conferencia Este. Esto les llevó a enfrentarse en la primera ronda contra los Chicago Bulls del MVP Derrick Rose, ante los cuales caerían por 4-1, a pesar de dar la sorpresa ganando el primer partido en Chicago. Los Pacers se despedían de la temporada con miradas hacia la siguiente, que se avecinaba esperanzadora.
Y se cumplieron las expectativas. La dirección del equipo mejoró la plantilla, añadiendo a Louis Amundson, Kyrylo Fesenko, Leandro Barbosa y sobre todo David West y George Hill, las incorporaciones más importantes. El núcleo del equipo, compuesto por Paul George, Danny Granger y Roy Hibbert ya estaba en pleno funcionamiento, y Frank Vogel dirigía con acierto a un equipo muy prometedor. David West resultaba un apoyo para las estrellas, aportando puntos, rebotes y defensa de manera muy eficiente. George Hill es un base de corte defensivo, pero más que capaz de anotar. Titular desde el primer momento, la dirección de Hill en la pista elevó a los Pacers a otro nivel. Los resultados fueron abrumadores. En esta temporada 2011-2012 caracterizada por el lockout, los Pacers terminaron con un balance de victorias-derrotas positivo por primera vez desde la temporada 2004-2005. Por su gran labor en los despachos, Larry Bird fue nombrado Ejecutivo del año en la NBA.
Dicho balance era de 42 victorias y 24 derrotas, lo que implicaba la tercera plaza en la Conferencia Este, tan sólo por detrás de los poderosos Bulls (50-16) y los Heat de Lebron James, Dwayne Wade y Chris Bosh (46-20), que venían con sed de venganza tras su decepcionante derrota en la final de 2011 ante los Dallas Mavericks. Los Pacers se enfrentaron a los Orlando Magic de Dwight Howard en primera ronda, que no supusieron ningún problema para ellos (vencieron 4-1). En las semifinales de Conferencia se encontraron con los Heat, iniciándose una rivalidad que ahora es mucho más intensa que entonces. Los imparables Heat vencieron 4-2 en su camino al primer campeonato de la “era Lebron”.
La temporada 2012-2013 fue una afirmación en toda regla de que los Pacers habían venido para quedarse. Con el temible tridente formado por Danny Granger, Paul George y Roy Hibbert formaron una de las asociaciones de moda en la NBA. George había ascendido al nivel de estrella de la liga, y Hibbert era su complemento perfecto. Granger seguía siendo el alma del equipo y la referencia veterana en el vestuario. Además, David West y George Hill siempre contribuían de manera importante al equipo. Lance Stephenson resultó ser uno de los jugadores revelación de la temporada. Los Pacers incorporaron a Ian Mahinmi, se deshicieron de Dahntay Jones y Darren Collison, y firmaron a DJ Augustin, Sam Young y Gerald Green.
Con estas incorporaciones de calidad, el equipo ya tenía el fondo de armario necesario para llegar aún más lejos en los Playoffs, e incluso aspirar al anillo. Consiguieron un buen récord de 49 victorias y 32 derrotas, quedando de nuevo terceros, esta vez por detrás de los Miami Heat y los New York Knicks. Apenas pasaron aprietos en la primera ronda, pasándola ante los Hawks por 4-2. Volvieron a pisar las semifinales de conferencia, donde apearon con autoridad a los Knicks (4-2 de nuevo). En las semifinales de la NBA aguardaban de nuevo los Heat que, empeñados en lograr su segundo título consecutivo, vencieron sufriendo a los Pacers en el séptimo partido (4-3).
La sensación tras esta temporada era de rabia por haber dejado pasar una oportunidad que no se presenta muy a menudo. A pesar de que Danny Granger se encuentra lesionado y parece ir cuesta abajo, los Pacers han perseverado y este verano han incorporado jugadores que completan el puzle como Luis Scola, CJ Watson y Chris Copeland. Con una plantilla tremendamente ambiciosa, la temporada 2013-2014 debería de ser el colofón a la perseverancia de los Indiana Pacers, la temporada en la que al fin consiguieran el deseado anillo.
Y no van mal encaminados. A cierre de este artículo, con 19 partidos jugados, los Pacers son el mejor equipo de la liga, con 17 victorias y tan sólo 2 derrotas. Si se mantienen así, sin duda son el principal candidato para destronar a los Heat y alzarse con el campeonato. Esta es la historia de la perseverancia como clave del éxito, el éxito de los Indiana Pacers.
Escrito por Javier Romero
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