Había mucha curiosidad por ver al Unicaja de este año; con un equipo renovado tanto en el puesto de entrenador como en la mayor parte de la plantilla, la directiva del equipo se encuentra este año ante el difícil reto de ilusionar a una afición desencantada desde hace un par de temporadas con su equipo, aficionados que además ha ido vaciando paulatinamente el pabellón de Deportes Martín Carpena. Y lo cierto es que, a tenor de lo visto esta mañana de domingo ante el Estudiantes, el equipo malagueño puede darle muchas alegrías a su afición.
Empezó el Unicaja como una locomotora, exhibiendo una muy buena defensa que impedía al equipo madrileño anotar con facilidad y que propiciaba contra ataques rápidos para los locales.
La defensa cajista fue tan aplastante desde el inicio que hizo que los madrileños se encontraran desbordados sin recursos para anotar. El Estudiantes de este año es un equipo de perfil bajo, con jugadores muy jóvenes y sin la experiencia suficiente para solventar la tela de araña que era la zona del Unicaja. Era muy ilusionante para el aficionado malagueño ver como su equipo defendía con tanta intensidad y como incluso en los primeros cuatro o cinco minutos del partido se veía una defensa por parte de su equipo como no se vio en ningún momento a lo largo de todo el curso pasado.
A los cinco minutos, y gracias a que no solo defendía el Unicaja con solvencia sino que anotaba con facilidad, se ponía por delante en el marcador 11-4. Lo mejor vino después, la entrada de un muy inspirado Granger, que anotó 9 puntos en 4 minutos, propició que el Unicaja terminara el primer cuarto con un fabuloso 24-6 y con la afición puesta en pie como hacía mucho tiempo que no se veía en Málaga.
La facilidad con la que ganaba Unicaja al Estudiantes permitió a Plaza dar entrada a Sabonis, el cual pudo disponer de muchísimos minutos y se convirtió además en el canterano más joven en debutar con el primer equipo malagueño.
El segundo cuarto fue un calco del primero, el equipo malagueño defendía con contundencia y anotaba con facilidad; Dragic suplía al lesionado Toolson y se permitía el lujo de meter triples cuando nunca ha destacado por esa faceta del juego, y Plaza movía el banquillo para que jugaran todos sus jugadores. La diferencia en el marcador fue muy grande ya que todos anotaban con facilidad, llegando a ganar Unicaja por 47-14, aunque cierta relajación del equipo permitió que al descanso la renta solo fuera entre los dos conjuntos de 57-30.
El inicio de la segunda parte mostró a un Unicaja algo relajado, lo que le permitió al equipo estudiantil, con un Miso muy enchufado desde la línea de 6,75 (anotando cuatro triples seguidos), acercarse en el marcador, 67-51, aunque un tiempo muerto solicitado por Plaza permitió a su equipo hacerle encajar al Estudiantes un parcial de 6-0 que puso de nuevo las cosas en su sitio para los malagueños. Dominaba Unicaja el rebote, con un Suárez que recordaba a la mejor versión de Carlos Jiménez, y un Sabonis que no se achantaba ante los pívots visitantes. Era una grata sorpresa además el nuevo pívot del equipo cajista, Stimac, jugador a priori limitado físicamente, pero que ejercía un gran dominio en el interior de la zona, con canastas fáciles sin complicarse demasiado y ovacionado por tanto por la afición cajista. Aún así, el equipo malagueño encajó en este cuarto un parcial de 19-28 a favor del equipo madrileño aunque le permitía llegar al último cuarto con dieciocho puntos de ventaja, 76-58.
En el último cuarto del partido Plaza siguió moviendo banquillo, buscando que jugaran todos sus jugadores. Stimac seguía anotando con facilidad en el interior de la zona, al igual que Dragic y Granger, los dos mejores jugadores de su equipo, que realizaron varias acciones de contra ataque.
La diferencia en el marcador final fue de 97-78 para Unicaja.
No hay mucho que analizar en esta primera jornada; el equipo malagueño ha realizado un brillante juego pero, no lo olvidemos, ante un Estudiantes con la peor plantilla en muchos años.
Un punto negativo importante, tal vez por la falta de adaptación de sus nuevos jugadores ha sido perder 16 balones, aunque su extraordinaria defensa ha propiciado que el equipo Estudiantil haya perdido 20; ha visto como la baja de un jugador en ataque tan importante en este curso como es la de Toolson no ha sido importante debido a la aportación de varios jugadores, por encima de todos, Dragic. Jugadores nuevos este año como Stimac, Granger o Suárez han demostrado que pueden darle muchas alegrías a su afición y otros como Hettsheimeir, Caner-Medley o Kuzminskas han dejado pinceladas de buen juego y a poco que se adapten al equipo pueden ser muy importantes. La aparición de Sabonis es una buena noticia para el equipo, un jugador que promete mucho y que puede convertirse en una realidad a poco que Plaza le de minutos.
Si hay una incógnita en el Unicaja de este año es Fran Vázquez, que no ha jugado bien y que se ha mostrado por momentos apático, como ya le ocurrió en el curso pasado. Esperemos que Plaza saque lo mejor de él porque Vázquez es un jugador llamado a marcar una época en este club aunque por el momento no haya demostrado demasiado.
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