
Cuando el viernes 10 de mayo alrededor de las 9 de la noche el árbitro principal lance al aire el balón para que comience el segundo partido de la Final Four 2013, estaremos asistiendo al inicio del vigésimo quinto enfrentamiento europeo entre el FC Barcelona y el Real Madrid.
De los veinticuatro partidos disputados hasta ahora, el Barcelona se ha llevado 16 por 8 el Real Madrid, siendo la última vez que se vieron las caras en Euroliga la eliminatoria de cuartos de final de la temporada 2009/2010, eliminatoria que se llevaría el FC Barcelona por un global de 3-1.
El Real Madrid es el equipo con más Copas de Europa en sus vitrinas, ocho, mientras que el Barcelona tiene 2 en su haber. Sin embargo, mientras el Barcelona ha logrado sus mayores éxitos en los últimos 10 años, para ver un Real Madrid campeón hay que remontarse hasta 1995, con Zeljko Obradovic dirigiendo un equipo capitaneado por Arvydas Sabonis y Joe Arlauckas.
Desde que se instauró el actual sistema de competición, en la temporada 1987/88, el FC Barcelona es el equipo que más veces ha estado presente en la ronda final, siendo esta la decimotercera ocasión en que jugará la Final Four, habiendo conquistado sus dos títulos continentales en 2003 y 2010. Por el contrario, el Real Madrid consiguió volver hace dos temporadas a una Final Four después de muchísimos años de decepciones desde que en 1996 jugara por última vez unas semifinales de Euroliga. Trayectorias, como vemos, muy diferentes en los últimos años de los dos equipos que el 10 de mayo lucharán por un puesto en la gran final europea.
Campeón de Europa en 1964, 1965, 1967, 1968, 1974, 1978, 1980 y 1995 y subcampeón en 7 ocasiones, el Real Madrid fue uno de los grandes dominadores de la competición europea desde sus inicios en la temporada 1957-1958 hasta finales de los años 80, cuando no supo adaptarse a los nuevos tiempos y tras la muerte de Fernando Martín y la marcha de Drazen Petrovic a la NBA el equipo ha tenido una trayectoria errática por Europa de la que sólo consiguió sacarlo Zeljko Obradovic durante el tiempo que estuvo en el banquillo madridista. Así, esta será sólo la quinta ocasión en la que el Madrid juega una Final Four desde 1988 y la segunda desde 1996.
A diferencia de su gran rival, la primera vez que el FC Barcelona se plantaba en una final de la Copa de Europa fue en la temporada 1983/84. En aquella ocasión, el equipo azulgrana sería derrotado por la Virtus de Bolonia y tendría que esperar a que se instaurase el formato de Final a Cuatro para volver a una final de la máxima competición europea. Así, desde 1989 hasta 1991 el Barcelona jugaría tres Final Four consecutivas, siendo derrotado las tres veces por la inolvidable Jugoplastika de Split. Otras cuatro presencias más en las Final Four serían la antesala de su primer título de Euroliga, conseguido en 2003, jugando precisamente en Barcelona, título que repetiría posteriormente en 2010.
La trayectoria tan distinta de ambos conjuntos explica perfectamente que sólo se hayan visto las caras una vez en la Final Four de la Euroliga. Esto ocurrió en 1996, en París, donde el Madrid llegaba como favorito y vigente campeón, pero fue derrotado por el Barcelona de Aíto García Reneses por un marcador final de 76-66.
El Real Madrid había perdido al final de la temporada pasada a su gran estandarte, el lituano Arvidas Sabonis, que por fin emprendía la aventura de la NBA, pero era el campeón de la competición, y su técnico, Zeljko Obradovic, nunca había perdido un partido de Final Four hasta el momento. Así, durante la primera mitad el Real Madrid llegó a dominar en el marcador hasta por un 19-34 que hacía presagiar una victoria clara del Real Madrid, que explotaba su mejor juego interior frente a los tiradores del Barcelona. Sin embargo un cambio a zona ordenado por Aíto sacó del partido al Real Madrid y los azulgrana remontaron el partido hasta acabar la primera parte sólo cuatro puntos por debajo, 34-38 y acabar ganando al final por un 76-66, que les permitía jugar la cuarta final de la Copa de Europa de su historia. Aquella final es bien recordada por todos por haberse resuelto con un tapón ilegal de Stojko Vrankovic sobre una penetración de José Antonio Montero a pocos segundos del final, que daba la victoria por 67-66 al Panathinaikos de Bozidar Maljkovic.
En aquella semifinal de 1996, el Real Madrid jugó con Antúnez, Santos, Mike Smith, Arlauckas, Savic, Morales, Ferrer, Abad, García Coll y el que actualmente es su técnico, Pablo Laso. Estaba dirigido, como se ha comentado ya, por Zeljko Obradovic.
Por su parte, la plantilla del FC Barcelona que jugó la Final Four de 1996 estaba compuesta por Montero, Xavi Fernández, Karnisovas, Godfread, Ferrán Martínez, Andrés Jiménez, Salva Díez, Bosch, Galilea y Roberto Dueñas, dirigidos por Aíto García Reneses.
Todo esto ya es historia y 17 años después los dos grandes del baloncesto español vuelven a verse las caras en una semifinal de la máxima competición europea.
El Barcelona se presenta a la cita tras una temporada extraña, en la que ha sufrido muchísimo en la liga ACB durante la primera vuelta, clasificándose para la Copa del Rey prácticamente en el último segundo y sin embargo ganando con gran autoridad esta competición, mientras que en Europa ha dominado tanto en la primera fase como en el Top 16, para acabar pasando a la Final Four tras sufrir muchísimo contra el Panathinaikos. Llega con la baja fundamental para ellos de Pete Mickeal.
El Real Madrid, por su parte, ha dominado con puño de hierro la liga ACB, mientras que en Europa ha tenido más problemas, de modo que tras una racha de tres derrotas consecutivas peligró incluso su clasificación entre los dos primeros del Top 16, para acabar sin embargo arrollando al Maccabi de Tel-Aviv en tres partidos y logrando brillantemente su pase para la Final Four. Tampoco se presenta en Londres con su plantilla al completo, puesto que no podrá contar con Marty Pocius, baja por lesión durante gran parte de la temporada.
Los dos equipos se han enfrentado ya cuatro veces este año, con dos victorias para cada uno. El Madrid empezó la temporada ganando con claridad al Barcelona en la Supercopa de España por 84-95, mientras que el Barcelona se llevaba el segundo duelo, ya en la liga ACB, por 92-83, en un partido vital para el equipo azulgrana, que se jugaba la clasificación para la Copa del Rey, y en el que Juan Carlos Navarro protagonizó una memorable actuación, con 33 puntos y en el que el Real Madrid fue siempre a remolque.
El tercer enfrentamiento entre Real Madrid y Barcelona llegó en la primera ronda de la Copa del Rey y de nuevo el Barcelona se llevó un partido que dominó en el juego y no tanto en el marcador. Tras dos prórrogas, los azulgranas se acabaron imponiendo por 108-111 en un emocionantísimo partido que tuvo prácticamente de todo.
La última vez que los dos equipos se han visto las caras ha sido en la trigésimo primera jornada de la liga Endesa. En un partido en el que los dos entrenadores han trataron de esconder sus cartas lo más posible de cara a la Final Four, el Real Madrid se impuso por un 78-65, en un partido que, pese a la poca importancia que podía tener para ambos en la competición nacional, no ha dejó de estar presidido por la tensión habitual de estos choques.
Si los dos equipos llegan a la Final Four tras trayectorias distintas, también lo hacen con dos estilos de juego completamente diferentes. El FC Barcelona, con un entrenador que gusta de estudiar a su rival hasta la extenuación, es un equipo que basa su juego en el trabajo defensivo y que busca a sus jugadores interiores en ataque; un ataque que gravita en torno a la figura de Juan Carlos Navarro, sin duda uno de los jugadores más decisivos de la historia del baloncesto europeo.
Por el contra, el Real Madrid, desde la llegada de Pablo Laso al banquillo, se ha caracterizado por primar el ataque sobre la defensa y tratar de hacer un juego alegre y atractivo, en el que el juego interior prácticamente desaparece en ataque y donde todo el peso de la anotación lo llevan los jugadores exteriores. Sin embargo, precisamente para barrer al Maccabi de Tel-Aviv en cuartos de final el Real Madrid ha recurrido a la defensa, dejando a su rival en menos de 60 puntos de media en los tres partidos y permitiéndose muchas menos alegrías ofensivas.
Al que escribe le surge a estas alturas la duda sobre qué Madrid veremos en Londres, si el que juega a 85 puntos o el que busca dejar al rival en 60. Lo que parece claro es que el Barcelona planteará un partido de baja anotación, tratando de evitar que el Real Madrid pueda salir en transición y usando las defensas en zona para tratar de asfixiar el juego en estático del rival. El equipo que consiga imponer el ritmo de juego será con seguridad el que se lleve el partido. Un partido que seguramente no defraudará y que esperemos que no haya que esperar otros 17 años para volver a ver.
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