Diario copero de una apasionada del basket: Día cuatro.

Último día de la Copa del Rey de Vitoria. Tranquila después de que el ‘Granca’ ya hiciera su papel. Domingo con una final entre Barça y Valencia, en principio, descafeinada para mí, pero que no deja de ser mi primera final copera.

Después de comer por fin en un restaurante a la altura de la gastronomía de la ciudad («Xixilu», lo recomiendo aunque no me paguen por publicidad), al hostal para prepararnos e ir al Buesa Arena por última vez. En esta ocasión mi asiento estaba a pie de pista, gracias a KIA España y a mi compañera Izaskun. Aclarar que es un lujo poder disfrutar el partido desde esa distancia, pero si el ‘Granca’ hubiese llegado a la final, me hubiera sentado en mi sitio de estos días con mi gente del ‘Granca’ en el tercer anillo, ¡lejos pero con la mejor afición de esta Copa seguro!

Bueno, una vez ubicada en la pista, me hizo mucha ilusión estar ahí y ver a los equipos tan de cerca. Pitada monumental para el Rey a su entrada y durante el himno. Durante el partido se oye todo y se aprecia realmente bien el nivel de los jugadores, la fuerza, los movimientos y también las faltas no pitadas. Si yo las veo, el árbitro que está dos metros más cerca, creo que también.

En el descanso reconocimiento a las mejores aficiones, la del Granca con el Malaguita como máximo exponente se lleva el segundo lugar, detrás de los anfitriones del Baskonia. Obviamente nos superaban en número y son muy grandes, pero toda la prensa coincide en que la marea amarilla es la mejor. También salieron los niños del Real Madrid ganadores de la mini copa. Pitada de nuevo en el Buesa, pero obviamente casi nadie pitaría a unos niños (por muy poca simpatía que despierte el Madrid en este escenario). La pitada era para el «Señor» Ministro Wert.

Luego, segunda parte del partido con un Huertas que dirige muy bien al Barça y un Faverani que destacaba en el Valencia. En la grada se grita: sanidad pública y algunos pasean una pancarta. Reflejo de la sociedad en el ambiente del baloncesto. A mí me gusta. Gana el Barça. Pete Mickeal se lleva el MVP, creo que merecido. Los jugadores pasan uno a uno a mi lado para subir a saludar al Rey y recoger su trofeo, Navarro en último lugar. Saqué muchas fotos y me encantó estar ahí, tan cerca. Todos los del Barça celebran el título en la pista. Y en unos minutos se va vaciando el pabellón. Decir que el sábado cuando el ‘Granca’ cayó eliminado la afición se mantuvo bastante tiempo después del partido en su sitio y no dejó de animar al equipo y de cantar. Anoche, me chocó que quedaran muy poquitos aficionados del Barça cuando aún había jugadores fuera. Debe ser lo que tiene estar acostumbrado a ganar títulos, espero que no me pase nunca. No quiero perder la ilusión y la pasión por mi equipo. Igual esto puede no sentar bien a alguien, pero como es mi diario aprovecho para expresar todas mis sensaciones.

En resumen, mi primera experiencia en una Copa del Rey ha sido alucinante. Me quedo con el ambiente y el buen rollo entre aficiones, con la gente que he conocido, con la compañía inmejorable de Izaskun, con las lágrimas de emoción de mis amigos, con los postpartidos esperando la salida del equipo y con un Granca que hizo historia.

¡¡Muchas gracias a todos!! Gracias Juanpe por la oportunidad.