Diario copero de una apasionada del basket: Día uno.

Hoy (jueves) ha comenzado mi primera experiencia copera. Ha sido un gran comienzo. Salí el miércoles a las 10 de la mañana desde Gran Canaria hasta Madrid, y luego a Bilbao. Desde el primer momento, bufanda de mi Granca al cuello. Incluso en el control de seguridad del aeropuerto se vuelven amables cuando ven el amarillo. Todo el mundo desea suerte y dicen cosas como «este año sí». En el avión a Bilbao, algún «pique» simpático con los seguidores del Uxue Bilbao. Luego, a hacer noche en Bilbao (con mi compañera Izaskun Fernández como anfitriona) para salir a mediodía hasta Vitoria, por el camino ya vemos como baja la temperatura y nieva. Una vez en Vitoria, encontrar el hostal y rezar para que esté bien. Efectivamente, he tenido suerte, elegí bien, céntrico, renovado y limpio. Almuerzo, un poco de descanso y salimos para el Buesa con mucha ilusión y algo nerviosas. Ver el tremendo pabellón, ya de lejos en el coche, impresiona, pero cuando entras es una sensación difícilmente repetible. Con los aficionados que me cruzo (de Baskonia, Real Madrid o Barça) hasta llegar a mi asiento, desean suerte o dicen «pío-pío». Ambientazo y muy buen rollo. Una vez en mi sitio, arriba del todo con la mayor parte de la marea amarilla, y mis amigos del @CBLaConki (esta es su sexta aventura copera), se apagan las luces y empieza el espectáculo: un Madrid- Barça ¡con dos prórrogas!. Difícil que una competición tenga un comienzo más espectacular. Durante el partido hay hermanamiento de la afición del Caja Laboral con nosotros, los amarillos, gracias en gran parte al Malaguita, seguidor mítico del Granca. Medio Buesa gritando «pío-pío», esto ha sido de lo mejor hasta ahora. Mañana (o mejor dicho, hoy) viernes, frente al Bilbao, contamos con su apoyo desde la grada que será enorme. Los baskonistas pujaron por la derrota blanca desde el momento cero. Luego ya con la victoria fácil del Caja Laboral sobre el CAI Zaragoza, la alegría baskonista se multiplicó. Algo de comer y vuelta a «casa» para escribir esto, descansar y, ¿por qué no?, soñar. Mañana (hoy) puede ser un gran día amarillo. Los aficionados del Granca seguiremos poniendo todo de nuestra parte para calentar Vitoria, y ver a nuestro equipo por primera vez en una semifinal.