
No me negarán ustedes que el espectáculo que están dando los dirigentes del baloncesto europeo en este 2015 es de lo más entretenido.
Al esperpéntico proceder de la ACB con los ascensos y descensos y las retransmisiones deportivas y la guerra entre Euroliga, FIBA y la propia ACB, se une ahora la auditoría que el CSD está realizando de las cuentas de la FEB por unas presuntas irregularidades que habrían sido cometidas por su presidente José Luis Sáez.
Según informaba elmundo.es en su edición de ayer, el CSD habría recibido una denuncia de parte de la Federación Catalana de Baloncesto, según la cual José Luis Sáez presuntamente habría utilizado fondos de la FEB para gastos propios. Esta información ha sido ampliada hoy mismo por el mismo periódico con nuevos datos sobre unos gastos de 45.000 euros entre 2007 y 2009 a cambio de participar en la Cabalgata de Reyes de Sevilla de 2007.
Todo ello llevó ayer a la FEB a emitir un comunicado en el que por un lado apuntaba la total predisposición de la Federación y su Presidente para colaborar con la auditoria y por otro anunciaba que José Luis Sáez dejaba la presidencia de la FEB, según dicen por baja médica, pasando a ocupar el cargo de Presidente en funciones Juan Manuel Martín Caño, hasta ayer Vicepresidente Primero y presidente de la Federación Madrileña, una de las pocas, según elmundo.es, que seguirían leales a Sáez.
Pues por si teníamos poco con los líos de la ACB, la Euroliga y la FIBA, ya tenemos un escándalo en la FEB para cerrar el año y el círculo.
Como el que esto escribe cree firmemente en la presunción de inocencia, no va a emitir juicio alguno sobre el proceder de José Luis Sáez hasta que exista una sentencia al respecto, caso de que la cosa acabe en los tribunales, o hasta que la auditoría demuestre que la denuncia era infundada.
En cualquier caso, un nuevo lío en los despachos de nuestro baloncesto en unos momentos tan delicados como los actuales en los que la guerra entre Euroliga y FIBA puede hacer un daño irreversible a las competiciones europeas, hace un flaco favor a este deporte.
Que la FEB se vea salpicada por un presunto caso de malversación de fondos no es precisamente una buena noticia. Que además este escándalo sirva para descubrir la guerra interna entre federaciones territoriales no hace sino echar más leña al fuego.
El baloncesto español ha vivido una década inolvidable en cuanto a selecciones, que sin embargo no ha sido aprovechado para promocionar este deporte, que se ha visto arrinconado no solo por el fútbol, sino por otros deportes hasta hace pocos años mucho más minoritarios. Que un partido de la NBA emitido de madrugada tenga más audiencia que uno de la Liga Endesa emitido en prime time es sintomático.
Que las cadenas de televisión no tengan interés en comprar los derechos de la Euroliga, por no hablar de los de la liga nacional y que estos acaben todos en manos del mismo operador para emitirlos previo pago, reuniendo un puñado de espectadores en cada retransmisión no parece lo mejor para sacar a nuestro deporte de la crisis.
La Liga Endesa se enfrenta a un futuro muy oscuro, con la posibilidad de que Real Madrid, Barcelona y Baskonia abandonen la competición para centrarse en la nueva Euroliga. Con frentes abiertos con la propia FEB y el CSD por el asunto de los ascensos y descensos, la Euroliga le ha hecho un flaco favor, pero la respuesta de la FIBA, creando su propia competición paralela que también puede ser incompatible con la Liga Endesa tampoco favorece a nuestro baloncesto.
Y en medio de todo esto, el protagonismo pasa a la FEB y a su hasta ahora presidente y no precisamente por una buena noticia.
Seguimos para bingo.
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