Está claro que no hay temporada sin Derrick Rose en la enfermería. Superados, al menos de momento, sus problemas en las rodillas, el base de los Bulls sufrió ayer un codazo en la cara durante el primer entrenamiento del equipo que le provocó una fractura en el hueso orbital izquierdo de la que deberá ser operado.
De momento no hay una estimación por parte del equipo sobre el tiempo de baja de Rose, pero es prácticamente seguro que no estará disponible para el debut de los Bulls en la nueva campaña el 27 de octubre.
Otro contratiempo más para un jugador que se enfrenta a un incierto panorama judicial tras una denuncia por violación, que no parece mantener una buena relación con algunos de sus compañeros (su desencuentro con Butler es cada vez más evidente) y que además no tuvo mejor ocurrencia en la rueda de prensa del Media Day de su equipo que anunciar que lo de la fidelidad a los colores queda para otros.
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