Ayer 8 de diciembre se celebró en Disneyland París el sorteo de los grupos del Eurobasket 2015, que, tras la renuncia de Ucrania a organizarlo, se ha repartido entre cuatro países: Francia, Alemania, Croacia y Letonia. Participarán 24 equipos, que se han dividido en 4 grupos de 6, jugándose los partidos de cada uno de los grupos en uno de los países organizadores.
A España le ha correspondido el que es seguramente el grupo más complicado de los cuatro:
Encuadrada en el grupo B, con sede en Berlín, a nuestra selección le han caído en suerte los actuales subcampeones del mundo (Serbia), Turquía, Italia, los anfitriones Alemania y la debutante Islandia. Salvo estos últimos, cuatro selecciones que no son en absoluto fáciles, empezando por una Serbia que, a las órdenes de Djordjevic, completó un excelente Mundial hace unos meses.
No es segura ni mucho menos segura la presencia de Nowitzki en el combinado alemán, pero jugando en casa, es posible que decida acudir. Esto convertirá en un rival duro a los alemanes, como duros serán sin duda los turcos si mantienen la progresión que mostraron en el Mundial de España, donde se vio a una selección bastante renovada que volvió a ser competitiva. La selección italiana también viene dando muestras de recuperación en los últimos años. Todo esto conforma un grupo complicado en el que la buena noticia es que solo quedan dos equipos eliminados para la siguiente ronda y uno de ellos seguramente será la debutante y desconocida Islandia.
En cualquier caso, se está terminado el año y la FEB aún no ha decidido quién será el nuevo seleccionador tras la dimisión de Orenga. Decía José Luis Sáez hace unos días que esperaba tener el nombre del nuevo responsable del equipo en enero o en febrero, pero también deslizaba que para ello le gustaría tener la máxima disponibilidad en entrenadores y jugadores.
¿Significa esto que está esperando a ver si se arreglan los conflictos entre ACB y FEB y se elimina el famoso veto que impide que un entrenador en activo en la Liga Endesa pueda dirigir a la selección española? ¿O tal vez está esperando a que se produzca el despido de alguno de los entrenadores de la liga para intentar reclutarlo?
Si me piden mi opinión, y tal vez me la hayan leído ya alguna vez en alguna de las redes sociales, yo creo que Sáez está loco por fichar a Pablo Laso, que tiene el perfil ideal para la FEB: mediático, mueve público, su equipo da espectáculo y además hasta la fecha se ha dejado construir las plantillas en el Real Madrid. ¿Está Sáez esperando a que el Madrid tropiece en la Copa del Rey o tal vez en el Top 16 de Euroliga para poder lanzarle la red a Laso? ¿O confía en que Roca rompa la norma de incompatibilidad de cargos?
También puede ser que yo esté equivocado, y será lo más posible, y no sea Laso el próximo seleccionador, sino tal vez Sito Alonso, ya acostumbrado al trabajo en la Federación. O Plaza. O Xavi Pascual… O al final nos traemos de vuelta a Scariolo. De momento, no sabemos nada y sigue pasando el tiempo.
Como tampoco sabemos nada sobre qué plantilla va a acudir al Eurobasket. ¿Por fin se producirá la renovación que se debía haber iniciado en el Eurobasket de 2013 y se aplazó por el Mundial de España? ¿O como es indispensable llegar a la final para obtener plaza para los Juegos Olímpicos de 2016 se va a intentar que de nuevo acuda todo el núcleo de jugadores protagonistas de la última década de nuestro baloncesto?
Aquí tenemos un problema muy serio, puesto que estos jugadores que han protagonizado los éxitos de los últimos diez años ya llevan un par de veranos dando síntomas de agotamiento, pero tampoco se ve un relevo claro para ellos. El famoso y cacareado Método FEB no ha servido para construir un verdadero baloncesto de cantera, creando escuelas de este deporte como las que por ejemplo sí funcionan en los países que formaban la antigua Yugoslavia o en Lituania.
Con solo un puñado de jugadores que han llegado a la élite en los últimos años y procedentes todos de las canteras de los clubes profesionales (sin relación alguna con la FEB, por tanto), lejos todos ellos del nivel de los Gasol o Navarro, y con conflictos abiertos con otros jugadores (Suárez, Fran Vázquez, Mirotic…), cada vez es más evidente que nuestra generación de oro llegó más por coincidencia en el tiempo de una serie de jugadores irrepetibles que por el trabajo de la Federación con el baloncesto base.
Cuando la gallina ya ha puesto todos los huevos de oro, nos encontramos ahora con una serie de jugadores únicos al final de sus carreras a los que casi se les obligará a hacer un último esfuerzo (penúltimo, porque luego se les pedirá ir a Río en 2016). Y todo esto, sin seleccionador.
Y añado yo al penúltimo párrafo que llegados con la ausencia de cupos nacionales en la ACB, obligándoles a estar entre los 12×18 mejores comunitarios, no sólo los 5×18 mejores españoles o acomodados.
Me gustaMe gusta