Hace cuatro años, la selección turca se proclamó subcampeona del mundo tras jugar un grandísimo baloncesto, doblando la rodilla solo en la final ante Estados Unidos. Desde entonces, es un equipo irreconocible, al que las peleas entre sus estrellas han hecho saltar por los aires y al que de momento tampoco Ataman puede enderezar.
No tiene la culpa la selección española de que el rival se borre del partido y así, tras un inicio desacertado pronto se escapó en el marcador. La resistencia turca se agotó con el 20-14 con el que terminó el primer cuarto con un triple desde unos nueve metros. A partir de entonces, la nada.
Se jugó el partido en la que será la sede de España durante la primera fase, Granada y Orenga salió con Sergio Rodríguez de base e Ibaka de cuatro. El Chacho se volvió a mostrar imparable corriendo y atascado en estático. Por su parte, Ibaka estuvo bien en defensa y espectacular en los mates, pero flojo en el tiro.
Pedía Pau que el equipo subiera el nivel, pero es que no hizo falta. Bastó con que Marc e Ibaka estuvieran atentos a puntear los tiros rivales para que España fuera cogiendo diferencia en el marcador. Gran partido de Marc Gasol y clara mejoría física de Navarro, de nuevo acertado en el tiro.
En el lado negativo, los bases siguen flojos y el puesto de alero sigue sin dueño. Será Rudy el titular durante el torneo, pero con la baja de Abrines un partido más, Claver volvió a casi ni pisar la pista, pasando por el tres Llull, Navarro y hasta Ricky Rubio antes que el valenciano. Ricky volvió a tener muchos minutos de escolta y sigue con sus problemas de confianza. En general, la sensación es que el juego exterior carece de tiro que equilibre el poderío interior y veremos cómo solventa la papeleta Orenga el día que el rival impida que lleguen balones dentro.
Dani Díez pudo disputar los últimos dos minutos de partido.
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