Primer partido de la final de la Superliga serbia entre Partizan de Belgrado, Estrella Roja de Belgrado y la Sala Pionir llena a reventar. Partizan y Estrella Roja se presentaron en la final tras derrotar en el playoff previo por 2-0 a Radnicki y Mega Vizura. Sin duda, el partido entre los dos eternos rivales de Belgrado era de alto riesgo y ya sabemos de sobra que en algunos lugares además los bomberos hacen de pirómanos.
El Partizan ejercía de local y fue a remolque de Estrella Roja durante el partido. Ya a mitad del choque, Dusko Vujosevic, entrenador del Partizan, había retirado a sus jugadores del partido al entender que el arbitraje les estaba perjudicando. Ante la amenaza de darles el partido por perdido, los del Partizan habían vuelto a la pista, pero si el ambiente venía caldeado, a partir de entonces subió varios grados de temperatura.
Así, a 8:20 del final del partido y con 64-69 a favor del Estrella Roja, Darius Bertans entra a canasta y derriba a Radenovic. Los árbitros señalan falta en ataque y mientras tanto, DeMarcus Nelson (Estrella Roja) se enzarza con Nikola Milutinov, dando origen a una pelea en la que intervienen prácticamente todos los jugadores de los dos equipos y que se trasladará a la grada:
Como consecuencia, el partido tendría que suspenderse durante muchos minutos hasta que el pabellón fue desalojado de público. El Partizan quedaría con solo 3 jugadores en pista por 5 del Estrella Roja y se reanudaría el encuentro. Aún sufriría una expulsión más Estrella Roja antes de que Bogdan Bogdanovic se autoexpulsara buscando que los árbitros tuvieran que suspender el partido.
Al final, el partido acabó en un 2 contra 4 que se llevó Estrella Roja por 88-97. Un esperpento para empezar la final de la Superliga serbia y lo peor de todo es eso: que esto no ha hecho más que empezar.
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