La FIBA contra sí misma

Llevo unos días dándole vuelta a las cartas que FIBA Europe ha enviado a 14 de las principales Federaciones de Europa comunicándoles su exclusión del Eurobasket de 2017 y sigo sin encontrar no ya una explicación a la medida, sino qué pretende sacar en limpio la FIBA de todo esto.

Si retrocedemos lo suficiente en el tiempo, podemos ver que todo esto empieza cuando FIBA Europe intenta recuperar el control sobre las competiciones continentales de clubes y abre negociaciones con las principales ligas europeas y con Euroleague, empresa que organiza tanto la Euroliga como la Eurocup.

Estas negociaciones terminan cuando Euroleague presenta su nuevo modelo de competición vigente a partir de la próxima temporada, modelo al que inicialmente se adhieren los clubes con licencia A de Euroliga y que es muy similar al que poco antes ha presentado la FIBA.

Ante esta situación, FIBA Europe amenaza a las federaciones nacionales que escojan la Euroliga en vez de su Champions Cup con sanciones, sanciones que se han concretado este fin desemana con las ya famosas cartas recibidas en las federaciones de la Liga Adriática (esto es, Eslovenia, Croacia, Serbia, Montenegro y Macedonia), Rusia y España, que quedaban fuera del Eurobasket 2017, más las advertencias de sanción a Grecia, Turquía, Lituania, Italia, Polonia e Israel.

¿Por qué a unos se les sanciona y a otros se les advierte? Por el hecho de que los primeros se han adherido en bloque al modelo de la Eurocup (no la Euroliga) presentado por Euroleague mientras que entre los segundos lo han hecho puntualmente varios de sus clubes sin que las federaciones hayan tomado partido.

Hasta aquí los hechos. Ahora vamos a intentar aclararnos… En primer lugar, las sanciones no vienen porque los clubes más poderosos de cada país prefieran la Euroliga a la Champions Cup, sino porque terceros equipos han decidido apuntarse a la Eurocup, o considerar que es una mejor competición que la Champions de la FIBA. Para entendernos, es como si la FIBA sancionara a un país porque sus equipos prefirieran jugar la Korac a la Recopa, pero no se atreviera a decir nada sobre la Copa de Europa. Es decir, se sanciona a la vez que se reconoce que su modelo de competición no puede competir con la, llamémosla así, «primera división» de la Euroliga y se acepta que su nueva liga nace ya por debajo de la existente.

Esto aparte, hay quien dice que con esta medida la FIBA busca negociar. ¿Negociar qué? Tanto Euroleague como FIBA Europe presentaron sus modelos de competición y ya negociaron con clubes, ligas y federaciones y cada uno de ellos ha optado por irse con quien más le convenía. Así, la Federación Francesa, por ejemplo, abandonó Euroleague del mismo modo que la ACB decidió hace unas semanas seguir con ella a la vez que daba libertad a los clubes que quisieran para apuntarse a la Champions Cup. Ya ha habido negociación y cada cual ha optado por lo que ha considerado mejor para sus intereses.

Más que una negociación esto es una coacción en toda regla que busca amedrentar a las federaciones nacionales para ver si estas a su vez logran convencer a los clubes respectivos para que abandonen la Eurocup y se sumen a la iniciativa de la FIBA.

Hay quien defiende que el modelo de Euroleague no es aceptable porque crea una competición cerrada. Competición cerrada que es copia de la presentada poco antes por la FIBA, y en la que se cambió únicamente el reparto de licencias y el número de equipos. Puede parecer bien o mal esto de cerrar las competiciones, pero es el organizador el que decide cómo va a ser su torneo y el que no está de acuerdo solo tiene que renunciar a participar, que es lo que han hecho los equipos franceses, por ejemplo. Por otra parte, Euroleague al menos anuncia sus intenciones, mientras hay quien cierra sus ligas por el artículo 33 y pretende convencernos de que en realidad es lo contrario (hola ACB).

Sea como fuere, ¿se imagina alguien un Eurobasket en el que Francia tenga como principales rivales a Ucrania, Alemania y Letonia y en el que países de segundo o tercer nivel en el baloncesto europeo como Bélgica o República Checa opten a medalla? ¿Qué audiencia tendría una semifinal o unos cuartos entre Reino Unido y Estonia?

Con sus amenazas y sus sanciones FIBA Europe se ha pegado un monumental tiro en el pie. Buscando eliminar la competencia de la Euroliga, en primer lugar nos deja un modo de actuar cundo menos discutible y en segundo lugar, se carga un torneo de selecciones que ya andaba devaluado últimamente por la ausencia de muchas de las figuras de las principales selecciones europeas pero que ahora se convierte en una competición de escaso nivel.

No contenta con ello, FIBA Europe amenaza ahora con llevar el caso a su matriz y que la FIBA expulse de los Juegos de Río y de los Torneos Preolímpicos a los países rebeldes. Y de la noche a la mañana, Filipinas opta a medalla olímpica. Definitivamente el mundo del baloncesto se ha vuelto loco.

Termino ya. Lo peor de todo este asunto es la demostrada incapacidad de los rectores del baloncesto europeo y nacional para encontrar soluciones a los problemas que se plantean. El baloncesto continental lleva años muriendo y no parece que el órdago de la FIBA vaya a servir para revertir la situación. Como siempre, perderemos los aficionados una vez más. De derrota en derrota hasta la derrota final.

 

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