Con como mínimo un año de retraso, y pese a que el presidente de la Federación había anunciado días antes que no estaba previsto que se produjera el relevo del seleccionador nacional, ayer Juan Antonio Orenga renunció al cargo tras el fracaso cosechado en el Mundial.
Tras dejar el puesto vacante, Orenga volverá a quedar encuadrado en la estructura de la FEB, en un puesto aún por conocer.
Orenga llegó a la Federación Española en 2007, tras haber entrenado durante menos de media temporada al Estudiantes en la 05/06. Con un equipo diseñado para luchar por el título de liga, sería cesado en la decimoquinta jornada, cuando el equipo marchaba clasificado en decimotercer lugar, con 6 victorias y 9 derrotas. La temporada se había iniciado con 7 derrotas consecutivas y la defensa era un auténtico coladero, con una media de 100 puntos recibidos por partido tras esas 13 primeras jornadas. Orenga sería sustituido por Pedro Martínez, que acabaría metiendo al equipo en playoffs para caer eliminado por Unicaja en la primera eliminatoria.
Pues ese era todo el bagaje de Orenga como entrenador antes de quedar encuadrado en el cuerpo técnico de la Federación. Se hizo cargo de la selección sub 20, con la que conquistó el Europeo de 2011 en Bilbao, con un equipo liderado por Nikola Mirotic (liderado y que jugaba al Nikosistema, todo hay que decirlo), y de la selección B en 2012, llamada por entonces como España 2014, vaya usted a saber por qué.
«España 2014» se llamaba aquella selección que se suponía que estaba formada por los jugadores que iban a tomar el relevo de nuestra generación de oro tras Londres 2012…
Pau Ribas, Quino Colom, Josep Franch, Pedro Llompart, Alex Urtasun, Xavi Rabaseda, Joan Sastre, Javier Beirán, Alberto Corbacho, Pablo Aguilar, David Doblas, Juan José Triguero, Xavi Rey, Adrián Laso y Nacho Llovet.
Pues ni uno, pero ni uno solo de todos ellos ha estado en este Mundial que ha terminado… Y qué decir de un Niko Mirotic estrella en 2010 y defenestrado hace un año tras su rifirrafe con la Federación.
Aparte de su trabajo con la sub 20, Orenga fue ayudante de Sergio Scariolo desde 2009. Scariolo, que si bien como entrenador anda un tanto apolillado desde hace ya años, listo es de sobra y tras los Juegos de Londres presentó su renuncia, seguramente sabiendo que esta generación daba sus últimas boqueadas.
Podía entonces la Federación haber intentado contratar un técnico de prestigio, aunque para ello tuviera que lidiar con la famosa y estúpida prohibición de la ACB de compartir cargos a los entrenadores, pero claro, un entrenador de prestigio no deja que nadie interfiera en su trabajo y ya sabemos de sobra eso del Métdo FEB…
Pues cargo para Orenga, un entrenador al que era más que evidente que le venía muy muy grande el puesto y con el que no era muy arriesgado apostar a que nos estrellaríamos más pronto que tarde.
La primera prueba de fuego del nuevo seleccionador fue la lista para el Europeo de 2013. Y lo primero que hizo fue meterse en un jardín a costa de la convocatoria de Niko Mirotic. Con medio equipo de baja, Orenga podía optar por dar paso a algunos de los jugadores del equipo B para que fueran fogueándose en la gran competición o mantener la línea continuista de los últimos años. Y eso fue lo que hizo. Compuso, o le compusieron, un equipo que giraba alrededor de Marc Gasol que se estrelló en semifinales contra Francia.
En aquel Eurobasket, o España ganaba sus partidos por 30 puntos, o cada vez que se llegaba a los últimos minutos con el marcador igualado la derrota estaba asegurada. Pudimos entonces conocer uno de los mayores defectos de Orenga: su parálisis total a la hora de tomar decisiones. Ni una sola vez un cambio táctico (?) sirvió para que un partido cambiara de rumbo. Eso, los cambios programados por minuto (siguiendo el modelo de Scariolo), olvidando a jugadores en las profundidades del banquillo y no teniendo en cuenta las necesidades del juego, más el Marcsistema, desembocaron en un juego muy pobre y absolutamente previsible.
Pero había excusa: no estaban ni Pau ni Ibaka ni Navarro y encima Niko se había portado muy requetemal con la Federación, así que un año más de Orenga en el banquillo.
Y el resultado lo hemos podido comprobar la semana pasada. La gran oportunidad de despedir por todo lo alto a nuestros mejores jugadores ha acabado en el contenedor de la basura. Si hace un año todo el juego giraba alrededor de Marc Gasol, ahora lo ha hecho alrededor de su hermano mayor. Si Calderón hace un año jugó (?) de escolta porque no estaba Navarro, este año ha jugado (?) de escolta, porque estaba Navarro. Si el entrenador el año pasado era un marmolillo, este año ha sido un marmolillo. Si nadie entendía hace un año la lista, tampoco este año se entendía la presencia de algún que otro jugador.
Un año entero en el que no se hizo autocrítica del Eurobasket, porque la culpa era de las bajas y de Mirotic y así nos ha ido. Este año la culpa no ha sido de las bajas, pero seguro que sí de Mirotic. Y ya está. Que renuncie el seleccionador y que pase el siguiente.
El siguiente, que, sea quien sea, se encontrará con un regalo envenedado nada más llegar y es que el Eurobasket de 2015 otorga a los dos primeros clasificados plaza para los Juegos Olímpicos de Río en 2016 y, en caso de no alcanzarse la final, se deberá buscar la plaza en el Preolímpico de junio de 2016… Recién terminada la Liga Endesa y con los playoffs de la NBA aún en juego. Es decir: si el Europeo se tuerce (y se puede torcer perfectamente, con Francia, Lituania, Serbia, Grecia o Alemania muy posiblemente con Nowitzky como rivales), hay muchas papeletas de no estar en los Juegos de 2016. Malos tiempos para acometer una renovación que era necesaria ya hace un par de años, que no se hizo y que ahora puede resultar catastrófica.
Tras la pitada recibida por Sáez en la entrega de medallas en el Palacio este domingo, estaba claro que a Orenga le quedaba un rato en el puesto. Orenga nunca debió ser nombrado seleccionador nacional, al menos, con la poca y mala experiencia que traía. Pero ¿solo él y Mirotic tienen la culpa?
Seguiremos a la espera de la próxima entrega del Método FEB.
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Muy buen análisis. Yo solo incluiría la responsabilidad de una parte de las vacas sagradas de esta generación en el «metodo FEB», mas concretamente en la elección de entrenadores. El núcleo duro, es decir los NBA, siempre han querido entrenadores no muy exigentes, cómodos, que les dejaran un poco a su aire, tanto tácticamente como a la hora de preparar los partidos, fiados en que con su talento seria mas que suficiente.
No hay que olvidar que ellos han dado el visto bueno a cada una de las decisiones de la FEB a la hora de elegir entrenador. En las salidas de Aito y Scariolo tuvieron mucha influencia los jugadores porque estos dos, no estaban dispuestos a permitir ciertas cosas. Y en la selección de Orenga también. Ya le conocían y como les parecía buen tío, pues adelante.
A veces el buen rollito y la exigencia están enfrentados, y de so también ha muerto esta generación en este mundial, con el espectáculo que se ha dado con los viajes de aquí para allí en el descanso de tres días antes de cuartos, o en los entrenamientos voluntarios en los que se presentaban solo dos jugadores y encima de los suplentes…
Todo muy profesional, si…pero claro si no se hace lo que los nenes quieren, estos se enfadan y no vienen a la selección y adiós método FEB.
Saludos.
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